La primera reacción es de sorpresa. Se espera a un tipo duro, casi arisco, fuerte. Un central de la vieja escuela. Fernando Gabriel Amorebieta Mardaras (Cantaura, Anzoátegui, Venezuela, 29-3-85) llama prudente a la puerta y asoma tímido, saluda cortés, mantiene un tono de voz bajo y se muestra cercano. Ni rastro de su poder intimidatorio que se reserva para el verde del césped. Responde a todas las preguntas, aunque se siente más cómodo hablando del balón.

-¿Cómo surge la posibilidad de fichar por el Sporting?

-Estaba de vacaciones cuando Nico se puso en contacto conmigo. Le dije que yo estaría encantado de volver a la Liga española y que lo veía como un paso adelante. Nos dimos la palabra.

-¿Por qué se complicó?

-No era una situación fácil porque el entrenador del Fulham contaba conmigo. Tenía dificultades porque no habían fichado ningún central más y eso estancó la situación. Con la ayuda de Nico y es el esfuerzo importante que hizo el Sporting para hacer una oferta por mí, todo fue más fácil.

-Demostró tener palabra?

-Es cierto que hubo otros equipos que se pusieron en contacto conmigo, pero ya le había dicho a Nico que vendría aquí.

-¿Qué referencias tenía del Sporting?

-Las de haberme enfrentado a él, que tiene un campo que aprieta. Es cierto que va a ser un año complicado, pero yo creo que el Sporting tiene capacidad para sacar esto adelante. Vengo a ayudar, a aportar mi experiencia para que esto sea así y que el Sporting pueda estar muchos años en Primera, que es donde tiene que estar.

-¿En qué condiciones llega?

-Está siendo duro. Venía de estar entrenando con el Fulham, pero presionando para salir, me retiraba de algún entrenamiento? Una situación complicada y poco agradable para un jugador, pero tenía que dar el paso. Cuando llegué aquí, noté ese ritmo que todavía no tengo, pero me voy adaptando y espero estar al cien por cien para el inicio de Liga.

-¿Viene usted a aportar carácter y veteranía?

-Vengo a ayudar. Espero contagiar un poco la agresividad que tengo para que el grupo sea más fuerte.

-¿Entre sus funciones estará la de tutelar a Jorge Meré?

-En el Athletic yo me encontré en la situación en la que está él ahora. Es un gran jugador y ahora es cuando tiene que apretar, hacerse ver y yo voy a intentar ayudarle a que sea un jugador de muchísimo nivel, como es. Espero que llegue muy alto.

-Le precede la fama de central duro, ¿se ha atemperado con los años?

-Con los años vas aprendiendo a controlarte. El ímpetu de la juventud a veces te juega malas pasadas, ves muchas tarjetas y puedes dejar al equipo con diez? En ese aspecto he madurado mucho, porque los partidos te enseñan a contenerte.

-¿Qué objetivos individual y colectivo se marca?

-Ayudar al equipo a que se quede en Primera División todos los años posibles, porque se lo merece. Pienso que hay equipo suficiente como para no tener que sufrir. Para eso, tenemos que empezar con buen pie.

-Con buen pie y ante el Athletic?

-Con mucha ilusión de poder enfrentarme a mis excompañeros y amigos, pero con ganas de poder sacar tres puntos. Tienen un grandísimo equipo, buenos jugadores, pero ya demostramos que se les puede hacer frente.

-Más allá de Amorebieta, ¿qué hace Fernando cuando no está jugando al fútbol?

-La vida me ha cambiado mucho, tengo una cría de cuatro años. Tal vez tenga una imagen de una persona agresiva, pero fuera del fútbol soy totalmente diferente, soy muy tranquilo.

-¿Es un poco tímido?

-Sí, tal vez sea un poco tímido.

-¿Por qué le llaman Grulla?

-Un amigo siempre decía que tengo las piernas largas como una Grulla y se me quedó.

-¿Se atreven a llamárselo en el vestuario?

-Sí, hay mucha confianza. No hay problema.

-¿Ha cerrado el capítulo de la selección?

-Creo que sí, que mi etapa con la selección ha finalizado, ha habido circunstancias incómodas por las que he pasado y en este momento creo que me tengo que centrar más en mi equipo que es de donde como.

-Fue internacional con España en las inferiores, ¿Por qué escogió Venezuela?

-Es cierto que estuve en las categorías inferiores de la selección española y hasta fui convocado por Del Bosque para un partido con la absoluta, aunque no debuté, pero el anterior entrenador de Venezuela me insistió, me transmitió la esperanza que tenía en mí y decidí dar el paso. No me arrepiento, fue un paso muy importante para mí y he vivido cosas muy bonitas con la selección.

-¿Cree que hubiera podido ir a la selección española?

-Es complicado. En la selección española hay muchísimo nivel, hay centrales de una calidad enorme. Nunca se sabe.

-Usted nació en Venezuela, ¿pasó mucho tiempo allí?

-Mi padre jugó a cesta-punta, estuvo jugando en Orlando y luego se fue a Venezuela por trabajo y allí nacimos mis hermanos y yo. Vuelvo a España con dos años y medio. Mis padres se divorciaron y mi madre regresó a España con nosotros.

-¿Cuáles son sus aficiones?

-Me gusta mucho el cine, pero con una niña pequeña es difícil. Escucho todo tipo de música.

-¿Tiene inquietudes políticas?

-No, no me meto en política.

-¿Qué le parece la provisionalidad del Gobierno?

-La política la dejo de lado, me centro en el fútbol y en mi familia.

-¿Ha podido visitar Asturias?

-La verdad es que no. Conocía Gijón de desplazamientos con en Athletic, me han hablado muy bien, pero nunca había tenido la oportunidad de venir. Ya he visto que se come bien, que es una ciudad bonita y que se vive bien.

-¿Ha probado la sidra?

-Sí.

-¿Es mejor que la vasca?

-Jajaja, parecida?

-¿Le incomoda la cercanía que hay aquí con la afición?

-No. En Bilbao sucede un poco lo mismo. Son sitios muy futboleros. La gente es muy maja, esta es una ciudad que quiere mucho a los jugadores y los apoya.

-Y después del fútbol, ¿qué?

-No lo sé. He firmado tres años aquí y creo que puedo retirarme en el Sporting. Ojalá sigamos en Primera. Luego ya veremos con qué ánimo me encuentro. He empezado el curso de entrenador, pero no tengo claro si seguiré en el fútbol.