La victoria del Sporting ante el Athletic de Bilbao quedó enturbiada por un indicente que pasó inadvertido a la mayoría de los presentes en El Molinón. En el minuto 20 del choque, el árbitro aragonés Clos Gómez se acercó a los banquillos y pidió a Mario Cotelo, el delegado de campo que la megafonía pidiese que cesasen los cánticos racistas alusivos al delantero del Athletic Iñaki Williams, quien tampoco se apercibió de ellos. La megafonía, que ya había lanzado un mensaje contra el racismo en los prolegómenos del choque, lo hizo de nuevo y estos no se repitieron.

Clos Gómez, que había detenido el juego, recogió el incidente en su acta arbitral en la que también incluye la pronta y eficaz reacción del Sporting. La ley contra la violencia, el racismo, la xenofobia y la intolerancia en el deporte es antigua (19/2007), pero la Liga ha puesto especial este verano en erradicar este tipo de conductas. El árbitro no es el único que vigila este tipo de comportamientos. En El Molinón había además dos informadores de la Liga, que velan porque el campo cumpla todo los requisitos marcados por Javier Tebas y cuyo informe no ha sido lesivo para el Sporting. También hay un informador arbitral que vigila como gestiona Clos Gómez todo lo que acontece sobre el césped. El domingo fue Teixeira Vitienes.

El Sporting emitió ayer un comunicado en el condena todo tipo de actitudes racistas y lo acompaña de un vídeo que muestra la pluralidad racial, cultural y hasta religiosa del vestuario. Babín, Ndi, Afif (en inglés), Rachid y el capitán Iván Cuéllar condenan el racismo. El Sporting confía en esquivar la sanción por la actitud de unos pocos. El club no presentará alegaciones previas.

Al descanso del encuentro, Clos Gómez volvió a acercarse a Mario Cotelo y le explicó el nuevo procedimiento. Si los cántinos se hubieran reproducido una segunda vez tras el anuncio por megafonía, el árbitro debe retirar a los dos equipos del terreno de juego para volver a él posteriormente. Si se repiten una tercera vez, el árbitro está autorizado a suspender el encuentro.