Una vez que Clos Gómez, el informador arbitral y los dos informadores de la Liga remitan sus informes, este organismo decidirá si deriva el caso a la Comisión Antiviolencia o deja que lo resuelva el Comité de Competición. El siguiente paso será la apertura de un expediente y el nombramiento de un instructor al que el club podría recusar. El Sporting intentará acreditar entonces que se tomaron todas las medidas preventivas y las posteriores a los cánticos. Se abre un plazo de alegaciones antes de que el juez instructor emita una propuesta de resolución. Corresponde al Comité de Competición dictar la sanción. En total se calcula que el proceso puede demorarse entre uno y dos meses. La preocupación del Sporting viene de la enorme repercusión que ha tenido un incidente que pasó inadvertido a la mayoría de los presentes en el campo. Preocupa también que se pueda usar este caso para lanzar un mensaje ejemplarizante en la primera jornada de una temporada en la que Liga acentúa su campaña contra el racismo. Psoe y Xixón si puede ya han emitido comunicados de condena.