Formó parte de una generación de futbolistas que, en 2003, tuvieron en el filial del Málaga el trampolín ideal para darse a conocer en el fútbol profesional mediante una de las plantillas más talentosas de Segunda. Iván Hernández guarda un gran recuerdo de su etapa en el cuadro malaguista, junto a jugadores de la talla de César Navas, Alexis Ruano, Juan Rodríguez, Geijo o su amigo Diego Castro, junto al que, más tarde, en Gijón, acabaría viviendo el primero de sus dos ascensos con el Sporting. "Para nosotros es un partido importante", afirma el madrileño, un sportinguista más, de corazón y de profesión, ya que ahora ejerce como segundo entrenador del filial rojiblanco. "Hay que darle continuidad a lo visto ante el Sevilla, hay que puntuar. Ganar ya sería un refuerzo importante", sentencia Iván Hernández.

"Bajo a Málaga todos los veranos. Diego (Castro) tiene una casa allí y pasamos las vacaciones juntos", señala Iván Hernández, que mantiene el contacto con aficionados y empleados con los que coincidió en La Rosaleda. "Fue una etapa muy bonita", comenta antes de que se le recuerde la llamada que recibió del primer equipo en la 2003-04, la realizada por el mismo que se sentará mañana en el banquillo local. "Juande me citó para el último partido de Liga, ante el Betis", concreta el madrileño, que no llegó a tener minutos.

"Esto es Primera, es exigencia total todos los días. Los veo entrenar, hablo con ellos a veces, y sé que están tranquilos y convencidos de lo que están haciendo", dice Iván Hernández, cuestionado por las causas de que el Sporting acumule siete jornadas sin victorias. "Después de lo visto ante el Sevilla, hay que ser optimistas", añade. "El Málaga va a salir fuerte al principio, para intentar luego jugar con el nerviosismo del Sporting. Están mejor en casa que fuera, y allí la afición juega un papel importante", avisa sobre el partido que espera en La Rosaleda.

Iván Hernández reconoce que uno de los mayores peligros lleva el nombre de un viejo conocido. "Jony es un jugador determinante. Si está a su nivel, te genera tres o cuatro ocasiones de gol. Te puede decidir un partido", señala, convencido de que los rojiblancos cuentan con armas suficientes para pararlo. Entre ellas, Canella. Y es que no oculta su satisfacción por verle participar de nuevo. "Estaba viendo el partido ante el Sevilla con Juanpa (Juan Pablo, exguardameta del Sporting) y nos alegramos mucho al ver que salía de titular. En esta carrera a veces está mejor y otras peor, pero hay que saber estar en todos los momentos y Canella lo ha sabido hacer", recalca.

Ilusionado por su recién estrenada etapa como entrenador, no oculta que sueña con dirigir, algún día, algún equipo a nivel profesional. "Esto me engancha cada vez más", confiesa sin avalar a muchos de los jugadores con los que trabaja en el filial. "Juan Rodríguez no es el único. Hay más gente preparándose para dar el salto", concluye.