El Molinón rozará el lleno esta tarde para seguir el primer partido en casa de Rubi como entrenador del Sporting y el posible debut de dos de los tres refuerzos del equipo en el mercado invernal, Traoré y Vesga. La muestra es que sólo quedan disponibles entradas para la tribuna oeste. La expectación es máxima no sólo para contemplar de cerca las caras nuevas que registra el equipo. Todo el sportinguismo es consciente del valor de un triunfo ante el Alavés, a nivel clasificatoria, y desde el plano motivacional. El primer partido en casa de la segunda vuelta puede significar un punto de inflexión para recuperar la fe en la permanencia.

Rubi no sólo tiene la tarea de recuperar a un equipo al que la victoria se le lleva resistiendo desde que Osasuna pasara por El Molinón. El entrenador del Sporting también ha mostrado su compromiso en intentar volver a estrechar los lazos con la afición, que en el último partido en casa empezó a dar muestras de agotamiento ante la falta de reacción del conjunto rojiblanco. El llamamiento realizado por el catalán, que ha pedido recuperar un ambiente que dé mordiente a los suyos e intimide al rival, parece haber sido correspondido ante la alta ocupación de cara al duelo ante el Alavés, a la que también ha ayudado los precios especiales puestos por el Sporting.

No estará solo el Alavés, que contará con el apoyo de unos 300 seguidores llegados desde Vitoria y que quieren ampliar en Gijón las buenas sensaciones que está dejando su equipo en su regreso a la máxima categoría. El partido también contará con un homenaje a la veterana peña sportinguista Luengo, que tras más de medio siglo de existencia ha decidido cesar su actividad.