"Y seremos los más valientes del cementerio,Y dirán que fuimos necios queriendo serlo,En nuestra lápida pondrá: 'No dejaron de luchar,Se atrevieron a vivir, y salieron a ganar!'"

Rayden

La fortuna, el pasado sábado, jugó al escondite con el Sporting y salió vencedora en todas y cada una de las rondas. Una ruleta de la suerte en la que, por más que el Sporting lo intentó, siempre le salió ´quiebra´. Pese a todo, el equipo llegó, vio, jugó y perdió. Pero como perdió como hay que perder si uno pierde: luchando hasta el último suspiro. Y esto no implica que sean los 90 minutos, porque la gasolina se acabó en el 80. Hasta entonces, el Sporting había mandado en el terreno de juego, excepto ese minuto inicial en el que Carrasco abrió la puerta de la esperanza para el Atleti. Cuando el último soplo de aire fresco hizo entrada en El Templo era tarde: el combustible se había terminado y el Atleti activó el modo ´#NuncaDejesDeCreer´ y después de llegar, ver al Sporting e intentar jugar, venció. Así es la vida y así es el fútbol. Pero que los árboles no impidan ver el bosque: así el Sporting puede conseguirlo. Y si hay que irse al cementerio, aunque nos llamen necios, que digan que nunca dejaron de luchar, que se atrevieron a vivir y que salieron a ganar. Los sportinguistas no deben olvidar que a veces ganas y otras aprendes... Y el sábado el Sporting aprendió cuál es el camino que debe seguir, que no es poco.

El centro del campo encandiló. Y cuando el eje, la columna vertebral, o como lo quieran llamar, funciona, el resto del equipo también lo hace. Es el filtro. El que oxigena y el que ordena. El que manda. Y el que hace soñar. Desde que Sergio volvió a ser Sergio, todo va a mejor. Eso sí, Vesga desempeñó un papel fundamental. Y Moi aportó su magia, la que siempre había observado en él y había desaparecido hace meses. Así como importante labor fue la que desempeñaron tanto Roberto Canella como Jorge Meré, que cuajó una actuación espectacular a pesar del error. El partido también sirvió para confirmar que el compañero de zaga que necesita Meré es otro (la mejor opción es Juan Rodríguez, por mucho que Rubi se empeñe en enviarle a la grada) y que la posición de lateral derecho ha de ser ocupada por Lora o Douglas, porque Lillo ni está ni se le espera. Burgui cuajó una actuación casi brillante, aunque creo que en la segunda parte un cambio por Isma López (que tuvo que ver el partido desde la grada) habría sido lo idóneo. Y Traoré lo sigue intentando, que no es poco también.

El calendario no invita a ser optimistas: antes del Deportivo de la Coruña -rival al que el Sporting debe ganar si quiere seguir luchando por la permanencia- llega el Celta y viaja a Barcelona para enfrentarse a los de Luis Enrique. Y no, ni uno ni otro están en su mejor momento, pero creo que eso es un motivo más para activar la preocupación que para dar rienda suelta a la esperanza. Cuando un animal está herido, se revuelve con más fuerza. Y el Sporting tiene el terrible don de curar a heridos. Sin embargo, si siguen el camino trazado ante el Leganés y Atlético, administrando mejor el físico, el conjunto de Rubi tiene opciones. Al menos ha de dar la cara como lo hizo el sábado... Y que la (o)diosa fortuna, esta vez le sonríe y no le esquive.