"Era un partido importante y, en un despiste, nos han hecho el gol". Meré no ocultó la rabia del vestuario tras ver cómo el resultado ante el Dépor aleja al Sporting del objetivo de la permanencia. "No fuimos capaces de materializar las ocasiones que tuvimos, que creo que fueron bastante claras. En ese sentido, el fútbol no te perdona. Quedan doce partidos y hay que mejorar", señaló el central rojiblanco, consciente de que el tiempo se acaba para remontar. "La dificultad ahora es mayor si cabe, pero aquí nadie se puede rendir. Hasta el final no hay nada imposible. La afición ha estado de diez, ante los momentos más difíciles siempre nos apoyan. Imagino que estén disgustados e intranquilos con nosotros, pero sigo convencido de que vamos a conseguir salvarnos", aseguró el rojiblanco.

"El Sporting ha hecho un buen partido. En la segunda parte el equipo se ha volcado, creamos más ocasiones que el Dépor, pero no hemos tenido acierto de cara a portería", resumió Sergio. "Es una derrota muy dura, pero no nos podemos hundir. Hay que seguir trabajando porque quedan muchos puntos y muchos partidos por delante", añadió el avilesino, que ve injusto que el triunfo cayera del lado gallego después de que el rival "tuvo solo esa oportunidad a balón parado". "Está claro que la situación en la tabla empeora, pero no podemos perder la esperanza. Hay mucha gente detrás de nosotros y no nos podemos rendir. El vestuario está fastidiado, porque era un encuentro importante ante un rival directo. Hay que pensar ya en el duelo ante el Valencia, también muy importante, y seguir trabajando", explicó el rojiblanco.