El Sporting espera contar con toda su pólvora para recibir el sábado a la Unión Deportiva Las Palmas. Lacina Traoré ya comenzó a entrenarse con el grupo la semana pasada y la previsión es que pueda estar a disposición para recibir al conjunto canario. Todos los recursos son pocos para un equipo rojiblanco reñido con las victorias y que, a falta de tres jornadas para terminar la competición, se aferra a un pleno de triunfos para tratar de dar caza al Leganés.

Rubi tendrá donde elegir para componer el equipo que se enfrente a la Unión Deportiva Las Palmas. La única duda es la participación de Lillo. El alicantino sufrió un esguince de tobillo antes del viaje ante Osasuna del que continúa recuperándose. Es el único futbolista que figura en la enfermería. El pasado sábado todavía estaba siendo sometido a tratamiento de fisioterapia. En todo caso, el entrenador del Sporting cuenta con opciones suficientes para el lateral derecho. También para la delantera si, como es de esperar, Traoré completa la semana sin problemas. Lo que queda por ver es si el técnico mantiene la confianza en el costamarfileño o es uno de esos futbolistas a los que vio afectados por la situación, tal y como señaló semanas atrás.

Traoré tampoco es uno de esos jugadores que se caractericen por la "raza" a la que hacía referencia Rubi la pasada semana, en relación a que quizá eso es lo que muchas veces se pida ver en el campo. La situación en la que se ve envuelto el Sporting tampoco lleva a que se busquen experimentos, y está enfocada más en basar el juego y los minutos en la gente a la que el entrenador ha visto más implicada durante los últimos días. El catalán quiso dejar claro este aspecto tras caer ante el Villlarreal, y aseguró que no habrá ningún problema de aquí al final en cuanto a implicación.

Otro de los factores a tener en cuenta será cómo El Molinón recibe al equipo tras ver cómo la falta de resultados ha minimizado la esperanza de lograr la permanencia. El duelo ante el Espanyol ya dejó ver el cansancio del público, más frío que de costumbre, después que el reiterado respaldo a los rojiblancos no tenga la recompensa de un resultado positivo que es ya innegociable.