"La eliminatoria está abierta. No es descabellado darle la vuelta". El gesto no parece impostado. El discurso, tampoco. José Alberto López transmite optimismo, confianza y convencimiento en que sus guajes son capaces de remontar en Olot la victoria por la mínima que los catalanes arrancaron en Mareo. El entrenador del segundo equipo rojiblanco, que pelea por regresar a Segunda División B, reconoce que el lunes fue un día duro, pero ve a sus futbolistas muy recuperados: "Cuando ha tropezado, este equipo se ha levantado con más fuerza y lo vamos a volver a hacer". Ante la pregunta de si ve a su equipo capacitado para una prórroga, se muestra contundente al asegurar que "los chavales están como aviones".

El preparador admite que quizá a sus futbolistas les atenazó la presión de un Mareo a rebosar en el partido del pasado domingo. "Nunca vi Mareo así, la gente apretando y ayudándonos", sostiene. Precisamente, la derrota en la ida permite al filial sacudirse de encima toda la presión. "Ahora mismo, no tenemos nada que perder. Poca gente confía en nosotros, pero creemos que podemos ganar en cualquier sitio", detalla.

Lógicamente, el partido de ida no le dejó un buen sabor de boca al técnico, que asume que "el resultado fue duro, pero también el no mostrar el fútbol que acreditamos durante la temporada". Por ese motivo, y una vez que ya se ha medido al Olot, avisa de que "vamos a darle alguna vuelta al equipo, pero no demasiadas, no queremos que nos falte fútbol para generar ocasiones". También deja entrevés que en la vuelta "se verá un equipo más maduro".

Si el Sporting ve remonta el gol de desventaja ascenderá de inmediato a la Segunda B. En caso contrario, tendrá que superar dos eliminatorias más antes de consumar el ascenso.