A pesar de que el punto ante el Huesca supo a poco, el Sporting fue líder de Segunda División hasta veinte minutos antes de que concluyese el último de los partidos de ayer. Un cabezazo cruzado del osasunista Oier, que supuso el empate de los navarros en Zaragoza, sacaba a los rojiblancos del liderato. El Sporting cierra la semana de tres partidos en segunda posición, a un punto de Osasuna y en ascenso directo. Los rojiblancos ocupan esta plaza gracias a su buena relación entre los goles marcados y los recibidos, puesto que Numancia y Rayo Vallecano tienen los mismos puntos que los de Herrera. No obstante, el Lugo, que cierra la jornada mañana con su visita al Alcorcón, puede desplazar al Sporting a la tercera posición si logra la victoria. La clasificación está tan apretada en su zona alta que hay ocho equipos en tres puntos de diferencia (el Lugo, con un partido menos).

La próxima jornada está marcada en rojo por el sportinguismo. Tras las malas experiencias de Soria y Pamplona, el equipo de Paco Herrera vuelve a rendir visita a un rival directo en la pelea por el ascenso. El Rayo Vallecano llega lanzado después de haber sumado los nueve últimos puntos disputados. La gran amenaza de los vallecanos es un viejo conocido de El Molinón como Óscar Trejo, cuyo regreso a la Segunda División fue una de las sorpresas del mercado veraniego.

El Sporting quiere refrendar su candidatura al ascenso con una victoria de prestigio. A los rojiblancos les falta un gran resultado para terminar de convencer a los indecisos de que van en serio y para confirmar la condición de favoritos con la que les señalaron sus rivales al inicio de Liga.