A simple vista, Miguel Montes Torrecilla (Morille, Salamanca, 22-12-69) desprende serenidad. En las distancias cortas, la corrección y la prudencia lo dominan todo. La educación es exquisita y aparenta ser un hombre tranquilo. Tras esta fachada discreta, se esconde un profesional hiperactivo. En los ocho meses que lleva en Gijón, Miguel Torrecilla no ha parado de remover la plantilla. El director deportivo rojiblanco ha incorporado catorce jugadores y dos entrenadores. En una plantilla con veintiún futbolistas, dos tercios de ella han sido elección del máximo responsable de la parcela deportiva. Con ser elevada, la cifra de incorporaciones se vuelve escandalosa si se enlaza con los dieciséis fichajes que hizo su antecesor Nico Rodríguez en la temporada del descenso. Una rápida suma apunta a que en el último año y medio el Sporting ha fichado treinta futbolistas, ha tenido cuatro entrenadores y dos directores deportivos.

El sorprendente fichaje de Miguel Torrecilla por el Sporting desató una oleada de entusiasmo entre una afición rojiblanca que aún se lamía las heridas del descenso. Al director deportivo le precedía su prestigio y se dieron por buenos todos sus movimientos. Con el acicate de que sus primeras decisiones agradaron en Gijón. El fichaje de Paco Herrera o las renovaciones de Carlos Castro y Carmona le granjearon las simpatías del sportinguismo.

Sin embargo, en Gijón su porcentaje de acierto ha decaído. La prueba más evidente es la salida del club de Paco Herrera, Stefan Scepovic y Xandao, tres apuestas personales de Torrecilla y tres de los pilares del proyecto inicial. El director deportivo ha virado el rumbo de forma manifiesta con el perfil de sus elecciones de enero.

Lo que no ha cambiado es la querencia por los futbolistas cedidos. Un tercio de la actual plantilla rojiblanca se encuentra a préstamo en Gijón y algunos de ellos sin opción de compra, aunque el director deportivo confía en llegar a algún tipo de acuerdo con su homólogo en el Málaga Mario Husillos, para hacerse en propiedad con los derechos de Jony y Santos, seguramente dos de sus mayores aciertos en el mercado junto a Barba y Álex Bergantiños.

Hay un dato que es especialmente llamativo. Y es que tras esta elevada cifra de incorporaciones, a final de curso sólo habrá una docena de futbolistas con contrato en vigor con el Sporting. Entre ellos se incluyen a Babin y Rachid, que han salido cedidos al no contar con la confianza de los técnicos y del propio Torrecilla. Es cierto que esta cifra puede aumentar en función de que se cumplan los requisitos que harían efectivas algunas opciones de compra sobre los cedidos.

En lo que sí ha sido especialmente meticuloso Miguel Torrecilla es en borrar el rastro de Nico Rodríguez. De los dieciséis fichajes realizados por su antecesor, sólo quedan tres supervivientes en la plantilla rojiblanca. Son los casos de Mariño, recién renovado y único que actúa como titular, Whalley, que termina contrato en junio y Borja Viguera, en idéntica situación y al que se le abrió la puerta de salida en este mercado invernal. Curiosamente, Torrecilla sí que ha deshecho dos decisiones tomadas por Nico Rodríguez con las vueltas al equipo de Jony y Guitián.

Lo que no termina de ser firme es la apuesta por la cantera. Ni Cristian Salvador ni Claudio Medina, los dos principales candidatos, han promocionado en este mercado de invierno, por lo que los dos seguirán hasta junio en el equipo filial y sin posibilidad de dar el salto. Ambos terminan contrato y tienen varias novias, pero quedarán renovados si el Sporting los sube al primer equipo.