Enrique Castro, Quini, deja tras de sí un legado que será muy complicado de igualar a pesar de que hace más de treinta años que El Brujo colgó las botas. Fue el 14 de junio de 1987 defendiendo los colores del Sporting en su segunda etapa y ante el Barcelona, el club que durante cuatro años fue su segunda casa. Dejaba tras de sí dieciocho años en el fútbol profesional que dieron para mucho. Los números acumulados por el delantero le elevan al altar de los mejores goleadores de la historia del fútbol español. A pesar de la aparición de figuras como Messi o Ronaldo, que han pulverizado todos los registros, El Brujo se mantiene como el octavo mejor goleador de todos los tiempos.

Los inicios, en la portería. Aunque resulte extraño, Quini (Oviedo, 23 de septiembre de 1949) quiso ser portero. Pero no daba la talla. "Yo iba para portero, se me daba bien", rememoraba El Brujo en una extensa entrevista en LA NUEVA ESPAÑA. Y Quini prosigue: "Pero es que Jesús (en referencia a su hermano), algo más joven que yo, enseguida me sacó la cabeza. 'Tu yes pequeñu, así que p´alante', me decían. Jesús tenía más planta de portero que yo, sobre todo en aquella época donde se buscaban porteros modelo Iribar". Así que Quini comenzó a pisar el área, pero la rival. Lo hizo, en su etapa en el Ensidesa en Tercera División, y al principio en el Sporting, como extremo izquierdo. Pero duró poco.

De firmar por el Oviedo... Quini comenzó a despuntar con el Ensidesa, equipo que jugaba en Tercera y que había ocasiones que entrenaba tanto con el Oviedo como con el Sporting. El primero en fijarse en que aquel chaval de 19 años tenía algo fue el Oviedo. El club azul le ofreció incorporarse al Vetusta, también en Tercera. El patriarca de la saga decidió que para que Quini no diera el salto de categoría lo mejor es que siguiera en casa, en Llaranes, a pesar de que toda la familia era del Oviedo. Tenía el campo de entrenamiento a escasos metros de casa.

....a refuerzo invernal del Sporting. Semanas después, en diciembre de 1968, Quini ficha por el Sporting, que estaba en Segunda y que no había empezado muy bien la Liga. Carriega le hizo debutar el 22 de diciembre en el Benito Villamarín ante el Betis. El Sporting perdió 1-0. El domingo siguiente debutó en El Molinón ante el Celta. 1-1. ¿Gol de quién? Sí, de Quini. Juega 21 partidos y marca 15 goles. La leyenda comenzaba.

Más "Pichichis" que Messi y Ronaldo. La siguiente temporada el Sporting logra el ascenso y Quini su primer trofeo de máximo goleador en Segunda. Le seguirían otros seis, cinco en Primera y otro más en Segunda. Sólo Zarra, con seis, tiene más "Pichichis" que El Brujo en Primera. Y Messi y Cristiano Ronaldo aún están por detrás del rojiblanco: cuatro Messi y tres Cristiano Ronaldo. Sólo Alfredo Di Stéfano y Hugo Sánchez igualan los números, cinco cada uno, de Quini.

Máximo goleador de un equipo en el pozo. Aún nadie se explica cómo el Sporting descendió a Segunda en la temporada 1975-76 con un equipo en el que jugaban Churruca, Ferrero, Ciriaco, Mesa, Megido, Morán, Cundi, Maceda... Y con Quini, otra vez, máximo goleador de la Liga (21 goles).

Víctima del derecho de retención. Con el equipo en Segunda, el Barcelona empieza a rondar a Quini. Pero en aquellos tiempos eran los clubes y no los futbolistas los que tenían todas las de ganar. El derecho de retención, uno de los motivos por el que años después se creó la AFE y los jugadores convocaron huelgas contra la patronal, era la causa: con elevar el sueldo del futbolista un 10 por ciento no había salida para el profesional. "Me tocó una época en la que los futbolistas éramos mercancía, fichabas para toda la vida", afirmaba Quini.

Internacional en Segunda. Pocos futbolistas pueden presumir de haber sido convocados por la Selección estando su equipo en Segunda. Un caso fue el de Quini, que siguió luciendo la zamarra de la Roja incluso con el Sporting en Segunda. Otros casos parecidos son los del oviedista Lángara, Christiansen, exjugador del Sporting y del Oviedo y al que Clemente llamó en el 93 a la selección, o el de Salva Ballesta.

El salto al Barcelona. En la temporada 1980-81, el Sporting deja salir por fin a Quini rumbo al Barcelona. Con el Sporting había logrado un nuevo trofeo "Pichichi" (24 goles). Llega a la Ciudad Condal a punto de cumplir 31 años. Incluso con el triste episodio del secuestro por el medio, Quini logró otros dos trofeos de máximo goleador consecutivos (20 y 27 goles). Además sumó para su palmarés sus primeros títulos: la Copa del Rey que el Barcelona ganó al Sporting (3-1) con dos goles de El Brujo para indignación de la hinchada rojiblanca y la Recopa (marcó el gol vital, el 2-1, al Standard de Lieja en al final). Luego llegarían los años de ir dejando paso a las nuevas generaciones y el retorno al Sporting, donde jugó tres temporadas más. El balance en Primera: 219 goles.