Las fuertes rachas de viento que azotaron durante todo el día de ayer Gijón provocaron que por precaución se retirase durante la mañana el altar con todo tipo de símbolos depositados por los aficionados en recuerdo a la memoria de Quini, y que se encontraban ante la puerta 9 de El Molinón. Pero eso no fue impedimento para que cientos de aficionados acudieran hora y media antes del partido a este emplazamiento para rendirle el tributo previsto.

Los aficionados fueron improvisando un nuevo altar y depositando sus recuerdos. Como Caridad Gutiérrez, de la peña La Laguna de El Entrego, que colgó junto a la puerta la lámina de LA NUEVA ESPAÑA con la caricatura de Quini. "El Brujo no se ha ido, está aquí con nosotros. Siempre ha sido una persona muy cercana, leal y cariñosa", señala esta murciana, que lleva viviendo 30 años en Asturias.

A las 16.30 horas, a la hora marcada para el homenaje a Quini, comenzó a oírse el cántico "ahora, Quini, ahora", y también el "No te olvidaré jamás", y la emoción inundó los ojos de Víctor López, de la Peña Sobiñagu, justo en el momento de dejar una bufanda ante la puerta 9. "El otro día cuando el funeral estaba trabajando y no pude venir, pero la peña ya dejamos un ramo por Quini. Se merece esto y todo. Estará siempre con nosotros. Ojalá le dediquemos una victoria", señaló antes del partido.

Un ramo de flores, bufandas, fotos y también velas se fueron encendiendo poco a poco durante los instantes previos al partido. Los parroquianos habituales de El Molinón se pasaron por la zona de la tribuna este por la puerta 9 antes de tomar su asiento. Bien a la hora marcada para el homenaje y también más tarde. De los primeros en llegar una familia representada por tres generaciones para encender una vela, con Isi Rodríguez, la abuela; Aroa Suárez, la madre, y Andrea Suárez, la nieta. "Le pedimos ahora que donde esté que descanse y nos ayude para que nos vaya bien al equipo", comentan al mismo tiempo que recuerdan que "no pudimos venir antes, y queríamos rendir nuestro pequeño y particular homenaje ante la puerta con su número".

El acto principal fue sencillo. Casi como improvisado. Hubo aplausos, lágrimas, cánticos y sonrisas al recordar los grandes momentos vividos con Quini. Como los que vivió el socio veterano Fernando Díaz. "Quini siempre te levantaba del asiento con sus goles. Merecía la pena venir al fútbol sólo por ver cómo iba a marcar esa semana".

Hasta los aficionados leoneses quisieron sumarse al recuerdo a Quini, y participaron en la marcha que se aproximó desde el recinto ferial Luis Adaro a El Molinón. Porque Quini se ganó también el cariño de los leoneses, y por eso en la primera vuelta El Brujo realizó el saque de honor en el partido disputado en el Reino de León. "Siempre en nuestros corazones", rezaban algunas de las bufandas extendidas mientras el "ahora, Quini, ahora" sonaba con más fuerza que nunca en los aledaños de El Molinón.