Oviedo, Luján PALACIOS

El Fiscal retiró ayer los cargos contra el acusado de agredir sexualmente a una joven que acababa de conocer y tras amenazarla presuntamente diciéndole: «lo único que quiero es comerte el pollo».

La acusación pública considera que no existen pruebas suficientes para considerar culpable a J. J. Q. R. del delito por el que fue denunciado, toda vez que no se detectaron rastros de ADN en la víctima, y habida cuenta de las contradicciones en que incurrió la mujer en su declaración en el juicio celebrado ayer a puerta cerrada en Oviedo.

La víctima declaró por videoconferencia, y reconoció que en el momento de los hechos estaba pasando por una depresión. Asimismo, admitió haber bebido a la par que se medicaba, motivo por el cual en la noche en que conoció al acusado y lo subió a su piso estaba «algo desinhibida», según señalaron fuentes cercanas al caso.

El acusado reiteró por su parte su inocencia. «Yo no hice nada de lo que se me acusa», indicaba momentos antes de la vista. Sí reconoció que acompañó a la joven a su casa, y que una vez allí, ella se le insinuó y la besó, pero negó que le hubiera practicado sexo oral.

La abogada del acusado, Patricia Sanz, que pidió la libre absolución para su cliente, destacó además el hecho de que el parte de lesiones fue posterior a los hechos, y que en un primer análisis ginecológico no se detectó rastro de agresión.

La mujer, por su parte, es asistida por una letrada del Centro de Ayuda a Víctimas de Agresión Sexual y Maltrato de Asturias, que mantiene la petición de dos años de cárcel para el acusado.