Bilbao, E. P.

Un movimiento sísmico de baja intensidad fue detectado en la tarde de ayer con epicentro en el mar Cantábrico, a unos 60 o 70 kilómetros de la costa vasca, frente al Cabo Machichaco, situado en Vizcaya. Sin embargo, el sismo no causó ningún tipo de incidencia y ni siquiera fue apreciado por la población de las comunidades vasca, cántabra y asturiana, según fuentes de la Red Sísmica.

El movimiento se detectó a las cuatro menos cuarto de la tarde, hora oficial, y su magnitud fue de 2,8 en la escala Richter. El terremoto se produjo en la latitud 43,92 y la longitud -3,24, a una profundidad de seis kilómetros dentro del mar.

Un portavoz de la Red Sísmica precisó que se trata de un terremoto de baja intensidad, del tipo de los que suelen producirse con frecuencia en la Península. El teléfono de Emergencias 112 no recibió ninguna llamada de alerta, ni de ciudadanos que hayan sufrido los efectos de este movimiento sísmico.

Aunque la cornisa cantábrica no es una zona donde se registre una actividad sísmica relevante, los expertos sitúan en ella varios nodos o puntos donde podrían producirse terremotos moderados. En Asturias, los nodos se sitúan en la zona oriental (Villaviciosa, Ribadesella, Llanes y Ribadedeva). El mayor número de nodos se sitúa en Cantabria, donde hay constancia histórica de dos terremotos de intensidad moderada.

En el País Vasco, el número de nodos se reduce. En la parte occidental se sitúa el nodo de Becerreá, donde en mayo de 1997 se produjo un terremoto de intensidad moderada, que alcanzó 5,1 grados en la escala Richter y se notó especialmente en Asturias.