Piedeloro (Carreño),

Mónica G. SALAS

Lo que iba a ser una alegre celebración de cumpleaños se tornó en tragedia ayer en Candás. Tres miembros de una misma familia: Avelino Álvarez, de 76 años; su hijo Manuel Avelino Álvarez García, de 46, y la nieta e hija de ambos, Ana Álvarez Solla, de 19, residentes en la capital de Carreño, perdieron la vida al chocar frontalmente el coche en el que viajaban contra otro vehículo a la altura de El Raitán, en la parroquia de Piedeloro. Los familiares se dirigían a Avilés para comprar una tarta de cumpleaños para el novio de la joven, un jugador del club de fútbol Aboño. El accidente se debió, según la Guardia Civil, a una invasión del carril contrario que los agentes están investigando. La tragedia ha causado honda conmoción en Candás, donde la familia era muy conocida y querida.

El siniestro se produjo hacia las tres menos cuarto de la tarde, en la carretera que une Candás con Tabaza (AS-110). Los tres familiares -la Guardia Civil no ha podido saber quién de los tres conducía- viajaban en un Nissan Primera, con matrícula O-3900-BS. A la altura de una curva, el coche se encontró de frente con un Seat León, matrícula 9534BLH, en el que circulaba un hombre J. M. F. M. A consecuencia del impacto, el vehículo de los Álvarez se precipitó unos tres metros por un terraplén, hasta que se vio detenido por un árbol.

El impacto fue brutal y la muerte de los tres familiares se produjo prácticamente en el acto. A la zona se desplazaron numerosos medios de emergencias y la fuerzas de seguridad. Lo que se encontraron los dejó horrorizados, según manifestaron testigos presenciales. Los Bomberos tuvieron que arrancar el techo y las puertas del Nissan para poder extraer los cadáveres. Fue una labor penosa que se prolongó durante más de media hora.

El conductor del Seat León fue trasladado por una uvi móvil al Hospital San Agustín de Avilés, con un traumatismo torácico de carácter grave, según los facultativos. Antes de abandonar la escena del accidente, el hombre reiteró que era el otro coche el que había invadido el carril contrario y no su vehículo. La posición de los vehículos, con el Seat del herido grave en el arcén del carril contrario, y el Nissan en un terraplén situado a la derecha de su carril, invitaban a pensar en otras posibilidades. En cualquier caso, la Guardia Civil analizará la escena del accidente para determinar qué conductor cometió la infracción.

Los candasinos fallecidos iban a Avilés a comprar una tarta al novio de Ana, un joven jugador del Aboño que celebraba ayer su cumpleaños. El impacto moral desencadenado por este accidente ha provocado la suspensión del encuentro de fútbol que estaba previsto que disputasen hoy el Aboño y el Barcia.

El edificio del barrio del Carbayo, próximo a la avenida del Ferrocarril, a la entrada de Candás, en el que residían los familiares se convirtió en un mar de lágrimas. Hasta el lugar se acercaron de forma constante familiares y vecinos de los fallecidos para transmitir su más sentido pésame. «Es una tragedia», manifestó Julio César Fernández, vecino de la localidad. «Hubo un familiar que incluso se enteró aquí mismo del suceso», informó Fernando Fernández, del restaurante La Estación, muy próximo al domicilio de los fallecidos. «Es terrible. Todavía el viernes, el padre, Avelino Álvarez, y su hijo Manuel estuvieron aquí», añadió, muy conmocionado por este golpe. Por su parte, Isidoro Fernández, señaló: «Es una catástrofe para el pueblo. Era una familia muy conocida y querida». Según relatan los vecinos del pueblo, la «familia ya ha sufrido mucho», puesto que uno de los hijos de Avelino Álvarez perdió hace años a su mujer y a su hijo de pocos meses también en un accidente de tráfico, en aquella ocasión en Piedras Blancas (Castrillón).

Además, el hijo mayor del fallecido, guardia civil de profesión y residente en el País Vasco, «cayó hace poco por un precipicio con su bicicleta», relató una vecina. Fernando Fernández, otro vecino, se desesperaba ayer por la tarde pensando en cómo iba a recibir esta nueva tragedia la esposa, madre y abuela de los fallecidos, una mujer que ha sufrido lo indecible en los últimos años.

Ana Álvarez Solla estudiaba un módulo de Integración Social en el Instituto Carreño Miranda, en Avilés, y sus padres estaban separados. Su novio, jugador del Aboño, de Primera Regional, iba a disputar hoy, domingo, un partido contra Barcia, fuera de casa, que será suspendido tras la tragedia sucedida en Piedeloro.

Los cuerpos de los candasinos fueron trasladados al tanatorio La Cruz, de Candás, donde quedará instalada la capilla ardiente. El entierro se prevé que se celebre mañana, lunes, en la iglesia parroquial de San Félix, aunque se desconoce aún la hora. Por su parte, el alcalde de Carreño, Ángel Riego, anunció que decretará un día de luto oficial en el concejo ante la dura pérdida que ha sufrido con este terrible accidente.

El accidente de ayer en Piedeloro es el más grave que se produce desde el vuelco de un microbús en la autopista del Huerna, en noviembre de 2009. Si bien este accidente no se produjo en territorio asturiano, sino en el municipio leonés de Barrios de Luna, los turistas madrileños que sufrieron el percance habían estado albergados en Villaviciosa y habían pasado unos días en la región. Fallecieron tres y otros 25 resultaron heridos.

Para encontrar un accidente tan grave en Asturias hay que remontarse a octubre de 2008, cuando una colisión frontal en la curva del Cayón, uno de los puntos negros de Piloña, produjo la muerte de tres personas, entre ellas una pareja de novios de Cangas de Onís y Peñamellera Baja. La tercera víctima fue un vecino de Lodeña (Piloña). la esposa de éste sufrió lesiones graves.

Sólo unos meses antes, en abril de 2008 se había producido un fatal accidente en el Corredor del Narcea (AS-15), al colisionar las máquinas de dos grupos de moteros, con el resultado de tres fallecidos. Este siniestro conmocionó al país en un momento en que estaba especialmente sensibilizado respecto a la siniestralidad ligada a las motocicletas. En el accidente fallecieron un motorista de Cangas del Narcea, otro residente en Tineo, aunque natural de Salas, y un tercero de Castrillón.