La pesadilla que viven los vecinos de la calle San Melchor García Sampedro desde hace unos meses ha terminado, al menos por un tiempo. El titular del Juzgado número 1 de Oviedo, Francisco Javier Rodríguez Luengos, envió ayer a prisión, a petición de la fiscalía, a J. F., el jubilado de 64 años que en la madrugada de anteayer, lunes, apuñaló a un vecino en plena calle en un incidente que culmina una cadena de amenazas de todo tipo a los vecinos, escándalos a altas horas de la madrugada y también agresiones, alguna de las cuales, aseguran los residentes, no han sido denunciadas. "No sólo va contra los vecinos del portal número 71 (donde el encarcelado reside). Tiene amenazada a toda la calle", aseguró una vecina.

Los hechos ocurrieron en torno a las dos y media de la madrugada. El presunto autor del apuñalamiento "se metió" con los hijos de la víctima, a quienes había denunciado ante la Policía, acusándoles del robo de un camión, un hecho completamente falso, según los vecinos. El padre de ambos jóvenes, L. A. A. A., de 48 años, que vive en el portal de enfrente del presunto agresor, se encontró con éste en la calle. Pero J. F. iba bien provisto, concretamente de una navaja de 16 centímetros, un arma blanca que algunos vecinos ya le habían visto esgrimir en otras ocasiones. L. A. A. A. recibió un solo golpe, pero comenzó a sangrar abundantemente. Una uvi móvil acudió a atenderle y le trasladó de urgencia al Hospital Central, donde quedó ingresado. Su lesión, aunque muy aparatosa (dejó un visible reguero de sangre en la acera), no revestía gravedad y estaba previsto que le diesen el alta en poco tiempo. A la zona acudieron hasta cinco dotaciones del Cuerpo Nacional de Policía, que detuvieron al presunto agresor. En la mañana de ayer fue conducido ante el Juzgado, donde el fiscal solicitó el ingreso en prisión provisional del detenido, tanto por la entidad de la agresión como por el riesgo de reiteración delictiva.

Alivio vecinal

La noticia del encarcelamiento de J. F. en la prisión de Villabona ha supuesto un auténtico alivio para los vecinos de la calle. "Yo iba siempre con un ojo en la espalda por si acaso me salía por detrás. Me tenía amenazado", aseguró un joven. No era el único. Los vecinos aseguran que desde el pasado mes de marzo, la situación ha ido deteriorándose a marchas forzadas. Se asegura que en una ocasión apuñaló a una mujer en el interior de la vivienda en la que reside, y que fue ingresado en el Hospital al sufrir un brote psicótico.

"Hemos llamado a la Policía por activa y por pasiva, pero se encierra en el interior de la vivienda y no hay forma de sacarle", asegura una vecina. La casera del encarcelado sostiene que el pasado mes de agosto inició un proceso para desahuciarlo, tanto por impago como por la situación que estaba creando en el vecindario. De hecho, llegó a reunir un nutrido número de firmas de los vecinos, que presentó en el Juzgado, sin que éste tomase cartas en el asunto, según asegura. Su único deseo es desalojarlo del edificio.

"Antes de venir aquí, cuando estaba en el albergue, se comportaba de manera exquisita. Pero vino para aquí, dejó de tomar la medicación y la situación se descontroló", indicó la mujer.