La explosión de una vivienda en Tudela (Navarra), en la que el pasado miércoles murió un hombre de 43 años, podría deberse a una manipulación de sustancias químicas por parte del fallecido, según fuentes de la Policía Foral, que descartaron que se tratara de una "explosión fortuita o accidental". La fuerte onda expansiva derribó el muro exterior del inmueble y causó un incendio.