Un juez devolvió la custodia a la madre acusada de abandonar a su hija de cuatro años en una vivienda de la calle Rafael María de Labra, en Oviedo, según trascendió en el juicio celebrado ayer en el Juzgado de lo penal número 1 de Oviedo. La madre y la niña están ahora en Rumanía, y la pareja sentimental de la mujer, un ecuatoriano, se ha desplazado a su país. El juicio se celebró por tanto en ausencia de los dos acusados.

Los policías que intervinieron tanto en la noche del 17 al 18 de agosto de 2014 como en la del 16 de noviembre de ese mismo año, relataron que la niña estaba muy nerviosa y hambrienta. "No paraba de llorar, estaba tiritanto", dijo uno de ellos. "La niña estaba sin cenar. La casa estaba limpia, pero los vecinos decían que dejaban sola a la menor un par de veces a la semana, y que la oían llorar y gritar", añadió otro. Una de las veces, la niña quiso incluso saltar por el balcón. En la otra, los policías hallaron todas las ventanas de la casa abiertas, y un ambiente gélido. En ambos casos, tuvieron que echar mano de los Bomberos para acceder a la vivienda.

Los abogados defensores de la mujer y su compañero sentimental, Jorge García Gómez y Héctor Díaz Castañeda, indicaron en la vista que fueron dos abandonos "puntuales", sin relevancia penal, en todo caso administrativa. Los letrados resaltaron que el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Oviedo ordenó en junio de 2015 la devolución de la menor, que entonces estaba en un centro de menores del Principado, a su madre, ya que estaba perfectamente capacitada para atenderla. Los abogados resaltaron que la niña no estaba abandonada, sino que estaba escolarizada, acudía al colegio bien vestida y aseada y con buen aprovechamiento escolar.

En uno de los episodios de abandono, la madre adujo que había dejado a la niña durmiendo y que solo se había ausentado quince minutos. En la otra ocasión, el compañero ecuatoriano de la mujer indicó que había salido de casa a ver a un familiar enfermo. Los agentes comprobaron que había retirado la manilla de la puerta para que la menor no pudiese salir. El fiscal mantuvo su petición de condena de once meses para la madre y ocho para su pareja.