El guardia civil en la reserva que cayó la semana pasada en una gasolinera con 185 kilos de hachís en la autocaravana, se prestó a hacer de correo de droga con una sola finalidad, según confesó a los agentes que le arrestaron: "Fue para arreglarme la boca". El agente, que llevaba en la reserva desde 1999, tenía previsto cobrar 80 euros por kilo de hachís transportado, un total de 14.800 euros.

El agente, de 63 años, inició ruta con su autocaravana en Almería, el jueves de la semana pasada. Iba con destino a Galicia. Paró en una gasolinera de Salamanca, donde los agentes de la UDYCO que le seguían la pista desde hacía tiempo lo detuvieron.