David Rockefeller (Nueva York, 1915-2017), multimillonario, nieto del fundador de la petrolera Standard Oil y fundador del Club Bilderberg en 1954 y de la Comisión Trilateral en 1973 y patrocinador de la CIA, murió días atrás por causas naturales en su residencia en Pocantico Hills, una mansión que mira al río Hudson en el norte del Estado de Nueva York. En su cabeza de 101 años residían unos recuerdos de su estancia en Oviedo en 1986, hospedado en el hotel Reconquista, como jurado del primer premio "Príncipe de Asturias" de la Libertad, que se llevó la Vicaría de la Solidaridad de Chile. Aquel año se descartó en primera ronda a Nelson Mandela, y el músico irlandés Bob Geldof llegó a la final por organizar un concierto de rock a favor de Etiopía.

En el jurado estaban el escritor Juan Cueto Alas y el presidente del Principado, Pedro Carlos Gaspar de Silva Cienfuegos-Jovellanos, por la parte asturiana, y Kurt Waldheim cuando se sabía que había sido secretario general de Naciones Unidas y se ignoraba que había sido nazi. Las fotografías del presidente socialista asturiano con el fundador de la Trilateral dieron mucho que hablar en la España roja de mediados de los ochenta, sobre la que David Rockefeller dijo tener "mucho optimismo sobre el futuro porque creo que la democracia está bien estabilizada, gracias a la actitud del rey Juan Carlos, que, en mi opinión, ha jugado un rol muy importante en los últimos años".

(De Silva conoció al Rockefeller verdadero, pero no hay que olvidar que otro presidente del Principado, Vicente Alberto Álvarez Areces, hoy senador socialista, conoció y contrató a José Luis Moreno, creador del muñeco Rockefeller, por razones aún por explicar).

A su muerte, David Rockefeller había conocido personalmente a 200 jefes de Estado, de un centenar de países. La revista Forbes calculó el pasado lunes su fortuna personal en 3.300 millones de dólares.