A una anciana le han tenido que amputar las dos piernas por el ataque de dos perros. Nada nuevo en el panorama, nada especial que no pueda suceder en cualquier lugar.

Esto de los perros ¡ya está bien! Hay que exigir licencia como si fuera tenencia de armas. Está lleno de ellos, sin control; en pisos, casas, aceras, parques y pueblos.

Los ciclistas y viandantes cuando salen fuera de la ciudad se encuentran con verdaderas perreras a punto de comerse a quien por allí pase si lograran evadirse de las cadenas o el cercado. Incluso muchos dueños los sueltan a diario por los parques infantiles, carreteras y caminos, con lo cual, si tú estás por ese lugar, como mínimo debes estar dispuesto a consentir su asquerosa baba lamiéndote por donde pueda, porque no queda otra. ¡Caray! De una vez por todas, multas en condiciones a los dueños de perros sueltos o peligrosos que pudieran soltarse.

La culpa no es de los perros, es de la dejadez de las administraciones, que no regulan la masificación de estas mascotas. Cualquiera puede tener perros y razas sin estar preparado para cuidarlos y enseñarlos.

La cobardía de sus dueños es la razón principal, se ve reflejada en la fiereza del perro o perros, que destinan no a ser animal de compañía sino perro guardián de casa y propiedad.