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Vita brevis

La leyenda negra

La formación de Gobierno y la infundada creencia de que España es una excepción negativa dentro de Europa

Si los americanos tuvieran la historia que tiene España, ¡anda que no hubieran hecho películas! Desde luego que con la Reconquista se hubieran gastado tantos kilómetros de celuloide como con las de indios y vaqueros porque, a fin de cuentas, son epopeyas con notables parecidos. Aquí también hubo caravanas y colonos que se establecían en valles que defendían con uñas y dientes, con sus milicias y sus fuertes.

Pero hay otros sucesos históricos que también hubieran sido muy jugosos para el cine, sobre todo los de la época del mal llamado Siglo de Oro, porque duró bastante más de cien y de doscientos años. Entonces España era la primera potencia económica y militar del mundo, y no sólo por sus inmensos dominios territoriales, por los que se podía decir con orgullo que en ellos jamás se ponía el sol. También fue esa época fecunda en literatura, teatro, música, artes y arquitectura, que en ese aspecto es al que se suele referir cuando se habla del Siglo de Oro. Pero es que a ello han de añadirse otros ámbitos generalmente bastante olvidados de la hegemonía española, como fueron la filosofía, el derecho, la medicina, las ciencias, la tecnología y hasta la moda. Sería largo y aburridísimo ahora ponerse a citar las numerosas e importantes aportaciones que en esas ramas del saber y de la vida tienen marchamo español.

Naturalmente a los grandes imperios siempre les salen numerosos enemigos, mayormente por envidia de sus competidores y de quienes les gustaría serlo. Así le pasó al español, como luego les pasaría al francés y al inglés, y ahora al yanqui, al ruso y al incipiente chino. Por esa razón se inventó y difundió la propaganda antiespañola de la llamada "leyenda negra", fundada en hechos sacados de contexto, exagerados o sencillamente falsos. Según ese libelo España es una excepción dentro del grupo de los países europeos en cuanto a tolerancia, a cultura y a progreso político. Que si existía la Inquisición católica, que si se mataban indios, que si había censura, que si aquello de que inventen otros. Como si por ahí no se quemara o se rebanara el pescuezo también al personal. Hombre, que en España fue el país de Europa donde menos condenas hubo por brujería, entre otras cosas porque los inquisidores no creían que existieran las brujas. Y, ¡mira que en la América que conquistaron los ingleses y los franceses ya se ve la cantidad de indios que quedaron!

La "leyenda negra" fue un invento que se tejió por los nobles y por los comerciantes protestantes de los Países Bajos, como un arma propagandísticas en la guerra que, durante ochenta años, sostuvieron contra la monarquía española de los Austrias. Los Tercios españoles libraron allí una gesta digna de una gran película, que de ahí viene el dicho de poner una pica en Flandes, por las grandísimas dificultades que suponía, no sólo la lucha sobre aquellas tierras lluviosas e invernales, sino incluso llegar hasta ellas por caminos rodeados de enemigos.

El problema es que los españoles acabamos creyéndonos las falacias de la "leyenda negra", que hasta hoy mismo sentimos un infundado complejo de inferioridad. A cualquier contratiempo que surge y a la primera de cambio, siempre hay alguien que suelta eso de que en Europa tal cosa no pasaría. Ejemplo de ello tenemos estos días con que los partidos no se ponen de acuerdo para formar Gobierno, que necesariamente ha de ser de coalición. Muchos ya andan poniendo el grito en el cielo porque se está tardando y consideran que eso es debido a que somos diferentes e inferiores al resto de los europeos. Pero es que Bélgica estuvo sin Gobierno 541 días hace cinco años. Batió el récord mundial, que antes ostentaba Holanda, que en el año 1977 sobrevivió 208 días de la misma forma. Otra vez la "leyenda negra" haciendo de las suyas.

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