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Secretario comarcal de UGT

Héroes a 19 metros bajo tierra

En memoria de uno de los últimos campaneros de Ensidesa

He pasado por el tanatorio de Avilés a mostrar mis condolencias a un viejo amigo, compañero de trabajo y persona a la que aprecio especialmente por el fallecimiento de su padre, Antonio Medina Joyera. Antonio es uno de los protagonistas del maravilloso documental "Campaneros" de Isaac Bazán Escobar.

Ha muerto uno de los últimos campaneros que participaron en la construcción de Ensidesa. En el barrio de Llaranes, donde nací, o en el barrio de La Luz, donde vivía Antonio con su familia, no es necesario explicar lo que era un campanero, solo con nombrar las campanas se alude a una época terrible, de hambre y necesidades, de búsqueda desesperada de trabajo, de gente recia viviendo vidas difíciles. Un campanero no era cualquier cosa; cuando yo era un niño, a un campanero se le tenía un respeto especial.

Antonio sacó adelante a su familia dejando la salud en la oscuridad de una campana de cimentación, a diecinueve metros bajo tierra, bajo toneladas de hormigón; y ni el barro, ni el agua, ni la presión del aire aturdiendo sus oídos o entrándole en los huesos pudieron con su determinación.

Antonio Medina Joyera representa a muchos otros que dejaron su vida antes que él en la construcción de las campanas de Ensidesa, con los mismos sueños de progreso, con la misma contribución al desarrollo de Avilés, con la misma esperanza de poder dar a sus hijos una vida mejor que la que les tocó vivir. Los siete hijos de Antonio son la prueba de que, en su caso, es misión cumplida.

El Avilés, que hace unas horas hablaba de nuevo de progreso y desarrollo, de infraestructuras y grandes obras, también llora la muerte de Antonio.

Porque ha muerto un campanero.

Descanse en paz.

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