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Severino Ardura, en el recuerdo

Tras el fallecimiento de un mierense entusiasta del deporte amateur

A veces las distancias territoriales ejercen su influencia y, a pesar de los medios tecnológicos de la actualidad, retrasan la llegada de noticias sentidas. Según las recibidas recientemente, en el seno de la Tertulia "Por el Camino", hace cuestión de ocho o diez días, fallecía, en la capitán sevillana, Severino Ardura un excelente mierense y gran conocido en el mundillo del fútbol aficionado de la villa de "Teodoro Cuesta". Este entusiasta del deporte amateur, vecino del barrio obrero de Santa Marina, fue fundador y primer presidente, por unos cuantos años, del equipo que militó en varias categorías del ámbito asturiano.

Fue en 1959 cuando Severino asumió, sobre sus espaldas, la tarea de enfocar, en línea de compromiso, la inquietud de los jóvenes de su barrio, fundando un equipo con gente de casa que, de principio, participó en torneos de índole local y comarcal, hasta que un par de años más tarde decide federarlo para militar en la segunda regional asturiana. En línea ascendente, llega el final de la temporada, y a la altura de 1963 logró ascenderlo a tercera división para competir con los "grandes" del suelo asturiano, sobre todo el Caudal Deportivo, estableciendo así entre ambos una rivalidad local de alto voltaje pero máximo respeto mutuo.

Varias figuras del balompié mierense figuraron en sus filas, aunque cuatro más tarde hubo de declinar su trayectoria con el descenso a primera regional asturiana, para poco después desaparecer y resurgir de nuevo en 1995.

No es cuestión de reflejar aquí la trayectoria del equipo de esta popular barriada minera, sino dejar constancia de lo mucho que supuso la figura de Severino Ardura y lo que significa la triste nueva de su desaparición. Pero no caerá en el olvido porque, quién siembra buena mies ha de seguir recogiendo cosecha. Prueba de ello es que, desde 1995 se viene celebrando, por agosto, el trofeo "Memorial Severino Ardura". Descanse en paz.

Bueno, pues sí. El próximo siete de noviembre, que está ahí, a la vuelta de la esquina, esta comunidad autónoma tendrá una importante representación en los actos contra la violencia machista, a celebrar en Madrid, con la presencia de mil quinientas asturianas, ente ellas, como es lógico una interesante "inyección" de Mieres. Y aunque el asunto se salga del ámbito local, nos sumamos a este nuevo intento de luchar contra la lacra social de estos tiempos.

La propuesta: En esta ocasión, más que sugerencia se trata de constatar un hecho que, en cierto modo, nos llena de satisfacción. Se ha podido comprobar que el Ayuntamiento ha tomado buena nota de nuestra modesta denuncia de hace cierto tiempo, sobre las salidas "fuera de tono y lugar", de algunos automovilistas, asiduos usuarios del aparcamiento central de La Mayacina, que usaban indebidamente las esquinas de la calle Indalecio Prieto con las de Fernández Iguanzo y Hermanos González Peña, para abandonar el terreno provocando la posibilidad de un accidente. Hoy, unos grandes pedruscos se lo impiden y aunque sea contradictorio, a grandes males, grandes remedios. Como se suele decir "menos da una piedra".

La crítica: No nos salimos del marco, en esa parcela mierense donde a punto está de inaugurarse un nuevo grupo de viviendas. Y es que, allí, colindante con la calle Valeriano Miranda y cerca del Instituto de Secundaria "Sánchez Lastra" y del nuevo Alimerka, están aún las dos torres de construcción de otro amago de inmueble, a la vista parece que abandonado, y hoy día rodeadas de maleza, con el correspondiente peligro para esta área concurrida. ¡Ojo pues, al dato!

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