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Fernando Delgado

Antonio Villarejo, cuarenta años de dedicación al fútbol modesto

Antonio Villarejo Botias, "Toñito", actual presidente del Club Deportivo Riosa y auténtico referente del fútbol modesto asturiano, durante los últimos cuarenta años, recibió un emotivo y cariñoso homenaje por parte de los exfutbolistas que formaron parte de la plantilla de "la otra naranja mecánica" desde 1977 hasta la actualidad con motivo de la jornada de convivencia celebrada el pasado fin de semana en Riosa.

Una representación de los exfutbolistas más veteranos integrada por Julio, Zali y Sierra, acompañados por el expresidente Florentino Ruiz, fueron los encargados de entregar a un sorprendido y emocionado Toñito una placa en reconocimiento a su apoyo, dedicación y trabajo altruista en favor del fútbol modesto asturiano entre 1977 y 2016.

Villarejo es uno de los supervivientes que fundó, en 1977, el Club Deportivo Riosa sin contar entonces con campo de fútbol propio y tuvo que jugar sus primeros partidos en el campo de Hunosa, en Ablaña, hasta que se construyó El Llerón.

La historia del Riosa no se entiende sin la persistencia, el trabajo y dedicación de Antonio Villarejo, quien ya formó parte en 1977 de la primera plantilla como jugador-directivo y sigue al pie del cañón cuarenta años después como presidente. Un auténtico referente del fútbol modesto asturiano que fue reconocido en 2013 por la Federación Asturiana de Fútbol como el mejor directivo del fútbol modesto asturiano. En todos estos años ha ejercido como taquillero, vendiendo rifas, atendiendo en bar, pintando el campo, como recogepelotas enfundado en sus botas de pescar para recoger los balones que caían al río, como entrenador del equipo de regional y juvenil, y como futbolista. No le queda nada ya por hacer.

Toñito se siente mucho más cómodo trabajando en la sombra que bajo los focos de los homenajes y su humildad quedó patente, una vez más, en su discurso de agradecimiento en el que compartió el premio con todos los asistentes al afirmar que "yo no hice nada, sólo estar al lado vuestro, que sois quienes realmente habéis construido la historia de este club".

Entre las numerosas anécdotas vividas durante su dilatada trayectoria futbolística, Villarejo recordó cuando siendo entrenador del equipo regional mandó al entonces presidente, José Antonio, ya fallecido y que trabajaba en una farmacia, que en el descanso de un partido que estaban perdiendo le cortase a la mitad unas aspirinas sin que los jugadores pudieran ver el nombre del medicamento. Entregó cada mitad a los futbolistas y les dijo que no parasen de correr. El efecto placebo tuvo su efecto y remontaron el partido durante el segundo tiempo.

Toñito junto con Tinti, Darío y Rego, actuales directivos del Riosa, se resisten a dar el partido por perdido y siguen trabajando con su humilde lucha diaria para que subsista el fútbol modesto riosano que este año tiene muchas posibilidades de ascender a Primera Regional. El homenaje finalizó con un intenso aplauso de varios minutos de duración y con gritos de "¡presidente, presidente!", en reconocimiento al trabajo y a la humilde personalidad de Toñito. En voz baja, alguno de los presentes sugirió que el Ayuntamiento de Riosa le nombrase hijo predilecto del concejo por sus cuarenta años de trabajo altruista llevando la bandera de Riosa por todos los campos de Asturias. Seguro que las autoridades municipales riosanas tomarán nota de esta demanda tan merecida.

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