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A mi aire

Chaquetas reversibles

Resulta todo un referente la conocida historia de un fracasado golpe de estado, que cuando su cabecilla fue interrogado, sobre los supuestos apoyos con que contaba, este respondió a sus captores: "con los de ustedes". Estos, con evidente turbación, lo negaron, y el golpista les aclaró que si su pronunciamiento hubiera triunfado, se subirían al carro del vencedor.

Andan esta temporada muy preocupados por su guardarropía. Muchos son los que tienen dudas de si han escogido el complemento ideal, que les lleve a "no dar el cante", dado que aunque estén habituados al juego del camaleón, parece que no les va a dar margen para los cambios de última hora, esta vez no les va a servir lo clásico de nadar y guardar la ropa, y lo que se juegan es mucho.

Particularmente, aunque los aspirantes son tres, si lo extrapolásemos todo a un torneo triangular de fútbol - aunque no sea ciencia cierta-, pues habitualmente salta la liebre, parece que el Athletic de Bilbao se va a quedar con las ganas, siendo el Betis y el Madrid los mejor colocados para alzar la teórica copa. Uno cree que el resultado final se va a dirimir entre ellos dos. El fútbol nos demuestra que resulta bastante impredecible, aunque por los fichajes de lujo de los andaluces parece que los béticos se van a llevar el gato al agua, pero así y todo no me atrevo a apostar.

Por lo tanto tengo la impresión de que las chaquetas, o el ropaje que pinte, van a servir de muy poco, o mejor nada para algunos. A estas alturas todo el mundo se ha retratado con nitidez y lo normal va a ser que pese a la palabrería habitual, los que pierdan este órdago les espera una travesía del desierto sin agua, y con sardines salones que graciosamente les van a facilitar los ganadores.

Y si al final hay que llegar a los penaltis, signo de que la cosa estuvo muy igualada, la sombra de una escisión va a planear sobre todos ellos, pues esto de perder no gusta a nadie. El mes de mayo ya está ahí, veremos que pasa, pero lo que si es seguro que una buena mayoría van a pasar del coche oficial al ostracismo, amén de la jugosa nómina, que ahí les va a doler más.

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