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La brújula

Tres vueltas a las relaciones entre hombres y mujeres en la era victoriana

Para cuando el autor de Barry Lyndon o La feria de las vanidades dio a conocer la novela y los dos largos relatos que incluyó en Esposas (1852) era ya un narrador tocado por el éxito. Thackeray (1811-1863) ha pasado a los anales literarios como el segundo autor más relevante de la era victoriana, sólo por detrás de Dickens. Aunque se consideraba a sí mismo un realista puro, sin las vetas sentimentales que afeaba a su rival, la crítica nunca fue unánime en otorgarle ese título, por detectar en sus líneas algunas digresiones de la voz narradora más propias de la novela del XVIII (o de la posmoderna, pero eso aquella crítica no lo sabía). Como sea, tanto las aventuras amorosas de la joven burguesa que da vida a la novela Ala de cuervo como los problemas de pareja de El señor Frank Berry y su esposa, o la sorprendente dama irlandesa de La esposa de Dennis Haggarty, son tres logradísimas piezas animadas por la voluntad de desnudar su tiempo con humor a través de las relaciones entre hombres y mujeres. Un clásico.

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