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Fondo Norte

Burgui enciende las luces de la remontada rojiblanca

El extremo, que salió en la segunda parte, hizo todo lo que fue puro fútbol en un partido hasta entonces tosco y ramplón

El Sporting resolvió la primera de las diecisiete finales que le quedan para lograr la permanencia con una victoria, la primera fuera de casa en más de un año, basada en la inspiración de Burgui. El extremo cedido por el Real Madrid, tantas veces denostado por la grada, apareció en la segunda parte y realizó todo lo que fue puro fútbol en un partido tosco y ramplón. El Sporting ganó en Leganés, se sitúa a dos puntos de su rival de ayer y lo supera en el coeficiente. El 12 de febrero fue un domingo de gloria para Burgui, que ha encendido las luces de la remontada rojiblanca.

Todo el fútbol pasó por Burgui, damas y caballeros, señoras y señores diputados. Hasta su comparecencia, los dos equipos recuperaron en Butarque la muletilla aquella de los guiñoles de Canal Plus cuando imitaban a Javier Clemente: "Patapum p'alante". Durante una hora eso fue lo que se vio en un partido cargado de tensión, dirigido por Estrada, árbitro casero donde los haya, que frio a tarjetas a los rojiblancos, que expulsó a Mariño, portero reserva, por protestar un fuera de juego a Burgui que no era, que ignoró un agarrón a Amorebieta en el área local a los siete minutos y que le costó una tarjeta a Canella, que reclamó la falta, y que perdonó la roja a Bustinza por una entrada alevosa a Burgui.

Éste apareció cuando parecía que el Leganés se iba a hacer con el control de un partido sin dueño. Los locales habían tenido una oportunidad en el primer tiempo, pero el cabezazo de Bueno se marchó fuera. Mediada la segunda parte, Burgui sacó desde la esquina un balón raso a un vacío borde del área local donde apareció Canella para hacer un buen remate, pero parable, que se comió con patatas panadera y guarnición Herrerín. Fue el primer remate del Sporting, que tenía como ariete a Traoré, activo y decidido, pero sin apenas llegar a los balones altos que le mandaban y que se pasó el partido en fuera de juego.

El gol dejó tocado a un Leganés que veía irse la ocasión de consolidarse lejos del descenso y llenó de confianza a un Sporting que cerró su área hasta el minuto final, cuando Cuéllar tuvo que aparecer para realizar dos buenas paradas, alejadas de los fallos anteriores que no costaron caros por la inoperancia local. El Sporting ganaba más de un año después fuera y se acercaba al rival en la tabla. Consolidó la victoria el protagonista del domingo, Burgui, con una colada y un remate perfecto a pie cambiado al palo contrario de un Herrerín que mascaba su decepción. El autor del gol lloraba en el campo al final del partido mientras la Mareona desplegaba su ingenio en los gritos y cánticos de la fiesta por la victoria imprescindible para un Sporting que jugó una hora horrenda en Butarque, pero que saca la cabeza gracias al jugador de la semana. La salvación queda ahora a dos puntos de un Leganés que demostró un domingo más sus limitaciones, que, sin embargo, lo tienen por encima de los rojiblancos, que se disponen a recibir en el Anfield del Piles a Atlético de Madrid y Celta. Casi nada.

Siempre, las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿Sabe Esuperio cómo quedó el Zaragoza en su partido del pasado sábado? Próxima parada, por orden superior, Capuchinos.

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