No queda nada: el fin de semana y un par de días más para que Gijón se enfrente a la explosión agosteña que convierta a la ciudad en el centro del universo. Una explosión que se va a seguir con una inusitada atención porque puede que sea un periodo para confirmar o no los aires de recuperación que dictan las cifras oficiales. La animación callejera y la asistencia a los eventos y espectáculos es circunstancia casi definitiva para hacer el balance final del gran mes gijonés, que seguro que se inició el pasado domingo con la exhibición aérea, tras la cual alguien exhibió la ignorancia supina de la realidad local y de la realidad histórica. Desde mañana hasta el 20 de agosto aparecen cuatro domingos que corresponden a las tres semanas más grandes del año gijonés. No es que sean muchos días, es que son los más intensos de cada año, y en éste no van a ser la excepción. Bendito agosto en Gijón.