La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Todo tiene trampa

Cuando vi al presidente de los Estados Unidos ponerse un pedazo de celo detrás de la corbata, en lugar de un pasador, para evitar que el viento le separe los dos extremos en caso de vendaval, me recordó mis tiempos de universidad.

Yo, que también era una cutre, optaba por grapar los bajos de los pantalones. Solíamos comprarlos en alguna sucursal de Amancio Ortega al dos por uno y cualquiera cogía hilo y aguja y se ponía a remendar un bajo. Así que grapadora y a la calle Mon. Que lo haga yo vale, la vida del universitario ya se sabe como es, poco dinero en el bolsillo y mucha ocurrencia. Pero ¿que lo haga el presidente de los Estados Unidos de América? O el celo ha subido de categoría o el puesto le queda muy grande. ¿Ustedes qué creen?

Compartir el artículo

stats