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Presidente de la asociación bolística "Pico Peñamellera"

Los bolos de San Cipriano

La bolera municipal de Panes acoge esta tarde un torneo

Hoy es un gran día, juega el Athletic", comentan tantas veces en Bilbao. "Hoy es un gran día, porque por la tarde juega Maradona", repetía con frecuencia ese grande del fútbol argentino que es César Luis Menotti, en los días gloriosos del Pelusa.

Pero cambiando bastante el tercio y aproximándonos a otro rectángulo, menos popular en nuestro tiempo como es la bolera, lejos de la tensión de las multitudes, el reclamo de los mass- media cuyo seguimiento aumenta cada año los índices de audiencia, yo me atrevería a decir sin rubor, con orgullo y alegría que, "hoy también es un gran día porque esta tarde juegan los ases de los bolos". Lo hacen un año más en el centenario concurso de San Cipriano, en la bolera municipal de "La Plaza" de Panes, (anexa al Museo de los Bolos) a partir de las cuatro de la tarde.

Han ganado el derecho a participar en la fase final, que hoy se disputa, mediante tiradas de clasificación realizadas días atrás: Jaime Ríos, Víctor González, Julián Crespo, Ángel Velasco, Alfonso Díaz, David Cianca, Jesús Salmón (el jugador de bolo palma que más concursos ha ganado en la historia de este singular juego) y Benito Fernández, como único representante asturiano en esta cita que es puntuable para el Campeonato de España de bolo palma de 2016.

Además de haber citado a los protagonistas de esta tarde, algunos de ellos a pesar de su juventud cada vez más afirmados como verdaderos ases, me hubiera gustado nombrar a grandísimos jugadores que han pasado por San Cipriano, pero no lo voy a hacer para facilitar la fluidez de la lectura de estas líneas. No obstante, quisiera tener un recuerdo cariñoso para tantos que marcaron escuela y estilo. También evocar a aficionados, directivos, mecenas, quijotes? que seducidos por distintas motivaciones han ido dando continuidad a la organización de uno de los principales cimientos de la fiesta de la que hoy se ocupa el Ayuntamiento.

San Cipriano es una parte muy importante del corazón de los bolos asturianos con birle, que ha sido testigo en estos CXIII años de historia, de cantidad de anécdotas, vivencias, emociones, novedades, reformas? y en general ha sido bien tratado por las crónicas de los medios. Representa todavía una parte de la fiesta con cierto nivel de autenticidad y reclamo y aunque ha perdido respuesta social es todavía una ocasión muy favorable para acercarse hasta Panes, bien desde los pueblos del concejo o el entorno próximo, a verse unos a otros las caras y saludarse, lo que no es poco. Sigue siendo un regalo que debemos valorar y conservar procurando nosotros no favorecer su languidecer provocando repetidamente otras formas de ocio y atracción el mismo día y a la misma hora.

El concurso viene a ser ya casi el principal depositario de la raigambre bolística de las Peñamelleras, cuyos valles contaron con un número muy elevado de boleras y jugadores, de tal forma que era difícil caminar cierto recorrido por sus territorios sin pasar por alguna de ellas, en muchos casos improvisadas en cualquier lugar tanto para niños como para hombres y en donde se jugaban muchas veces partidas memorables.

Con pocas actividades nos sentimos los peñamelleranos más identificados que con los bolos pues contribuyen a nuestra identidad: aquello por lo cual somos lo que somos y no otra cosa. Identidad que no implica ser mejor o peor que otro. Sencillamente diferente.

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