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Concejal del PP en Oviedo

Aquellas Noches Blancas ejemplo de pluralidad

El referente de una iniciativa cultural en la que tenían cabida desde las Pelayas hasta SOS Cultura

Soy muy consciente de la posición de debilidad de Diego Valiño dentro del tripartito radical podemita y por eso comprendo que quiera sacar la cabezuca a la mínima oportunidad. Es el único edil socialista sin competencias y es lógico que quiera subirse al carro cada vez que ve un mínimo resquicio, pero no debería hacerlo tirando de tópicos, de mística revisionista y de un canto a la izquierda más bien infantil y con mucho resquemor.

Su artículo en defensa de la sectaria propuesta de incluir una ruta de la revolución del 34 en la programación de la Noche Blanca es buena prueba de lo endeble de su posición y argumentación. Tres cuartas partes del escrito se dirigen a criticar al Gobierno popular del Estado y a los gobiernos populares de los últimos 20 años, y a esta polémica le dedica dos párrafos llenos de tópicos y de mentiras. Sobre el pasado nada voy a decir, porque el señor Valiño, fiel a su sectarismo, olvida muchos pasajes (Zapatero, Areces, el boicot del Gobierno socialista asturiano a la candidatura de Oviedo como Capital Europea de la Cultura...) y con quien tiene tan cortas miras y tan limitado escenario ideológico, mejor no perder el tiempo.

Yo no he podido estar, por razones de trabajo, estudio o falta de medios, en las Noches Blancas de París, Bruselas, Munich o Toronto. Y me alegro que el señor Valiño sí haya estado, aunque, visto lo visto, creo que lo aprovechó poco, porque si de esas experiencias lo que ha sacado en limpio es que es adecuado incluir en la Noche Blanca de Oviedo una ruta de unos hechos que dejaron más de 1.000 muertos, con el cobarde asesinato de seminaristas y curas y con la razón de la dinamita para destruir patrimonios tan importantes como la Cámara Santa o la Universidad de Oviedo, si ésa es su conclusión, evidentemente, no estuvo muy atento ni al espíritu ni a las enseñanzas de una iniciativa internacional que ensalza las expresiones artísticas, la convivencia y valores muy alejados del resentimiento, la venganza o la enfermiza obsesión de politizar y dividir en cada acción que se protagoniza.

Es muy simpático que estos señores saquen pecho con lo de que aceptan las propuestas de la sociedad. Seguramente si alguien propusiera hacer una ruta por los lugares en donde fueron asesinados seminaristas y curas por los protagonistas de este revolución, el concejal de Cultura, Valiño y los verdaderos dueños y señores de este tripartito pondrían el grito en el cielo. Quieren reescribir la historia, borrar todos los asesinatos de la izquierda radical y obligarnos a todos los ovetenses a soportar su enfermiza tendencia a poner la ideología por delante de todo. Les gusta tanto la opinión de la gente que por eso quieren meter a calzador la revolución del 34 en la Noche Blanca y sacan la Romería del Cristo de las Fiestas de San Mateo. Les gusta tanto apoyar a los artistas jóvenes y de vanguardia que por eso eliminan el escenario de la plaza del Paraguas en San Mateo. Les gusta tanto ser sensibles con las iniciativas de la sociedad que por eso prohíben gastromateo y potencian el negocio de sus chiringuitos, de los suyos, señor Valiño, que seguramente servirá copas y venderá bocadillos este mes en La Guinda.

Yo estuve en las Noches Blancas de Oviedo en 2013 y 2014 y fueron magníficas: miles de personas disfrutaron de una iniciativa sin sombras de sectarismo, cientos de artistas tuvieron la oportunidad de ofrecer sus obras y la ciudad vivió una jornada de convivencia, de cultura, sin ninguna polémica o crispación. Y un ejemplo: en estas noches estuvieron presentes artistas y colectivos como SOS Cultura y las Pelayas. Es decir, un ejemplo de diversidad, pluralidad y de convivencia. A lo mejor, el jet lag después de tanto viaje en pos de Noches Blancas extranjeras no le permitió al señor Valiño disfrutar, entender y aprender de nuestras propias Noches Blancas que, por cierto, fueron organizadas por un profesional nada dudoso de ser un "agente" del centro-derecha y del que ustedes han prescindido porque lo que no quieren es, justamente, profesionales; prefieren comisarios políticos para convertir en sectaria y radical cualquier decisión que tomen.

Están ustedes protagonizando una gestión que va a sembrar la división, el enfrentamiento y el rencor en esta ciudad, y lo hacen sólo por aquello de ser más radical que el otro socio. ¿Cómo puede usted, señor Valiño, defender este asunto cuando el señor Ramos ni informó, ni consultó, ni pactó el tema con el resto de grupos de esta coalición de despropósitos? Si quiere sacar la cabezuca, lo entiendo; pero si quiere hacer una contribución política le recomendaría que empiece de nuevo una turné internacional por las Noche Blancas para ver si consigue traer a la gestión de su Gobierno cordura, sensatez, responsabilidad y apertura de miras para mirar hacia delante y olvidarse de reescribir la historia.

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