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Ruleta y póquer copan las noches de la televisión

Ruleta y póquer copan las noches de la televisión

Un mundo de color, con mucho verde y mucho rojo. Las páginas de juego on-line buscan estrategias visuales. Está todo inventado, desde las luces centelleantes al arquetipo de los personajes que asoman.

Hay mucha interjección (¡¡¡), mucha llamada a lo ¡¡nuevo!!, mucho meter prisa (¡¡juega ahora!!) y mucha red en primera instancia que para algunos es un salto al vacío después: ¡30 euros gratis para la primera apuesta! o ¡Si fallas la apuesta, te damos otra oportunidad! Lo dicho, un mundo de amigos... que quieren sacar pasta.

Se trata de que el candidato se registre y comience a jugar, que entre en el juego, nunca mejor dicho. A partir de ahí, la mayoría de los mortales juega con desventaja porque, como dicen los expertos, el sistema está diseñado y construido para que la banca gane. No gana siempre, claro está, pero gana a la larga, que es lo que cuenta. Como anécdota, el pretendido 50% de probabilidades de acertar en la ruleta jugando a rojo o negro es una falacia. El 0 también cuenta, así que el negro y el rojo no tienen un 50%, sino solamente un 48,65% de probabilidades de salir. El resto, un 2,7%, se lo lleva ese 0 con el que gana la banca.

A partir de las doce de la noche las televisiones, las generalistas, las locales y algunas temáticas, abren el casino. En la parrilla encontramos dos tipos principales de juego: ruleta y póquer. No son los únicos pero marcan tendencia.

El ambiente reproduce la "magia" del casino, luces indirectas con cámaras inmóviles. La mano de la ruleta suele ser femenina, y también es mujer quien lleva la voz cantante del juego. Sin embargo, el género cambia con el póquer, en manos de hombres. Son normas que se repiten de manera sistemática en todas las televisiones, y no por casualidad: ruleta femenina, póquer masculino.

Las cadenas juegan con un elemento que tira del juego: los nombres de los apostantes desde sus casas aparecen en pantalla. Aparecen cuando apuestan y aparecen cuando ganan. Un subidón para algunos.

Los presentadores no meten prisa y dan seguridad hablando precisamente de seguridad. No faltan los mensajes a la prudencia, una versión lúdica y on-line del "bebe con responsabilidad".

El póquer necesita explicación porque el escenario no es el mismo que el de la ruleta. En el póquer interviene la suerte, pero algo más. En la ruleta el factor suerte está más aceptado, aunque muchos apostadores hagan cábalas y cálculos absurdos. En psicología se conoce como la Falacia del Jugador. El psicólogo y neurocientífico Diego Remón recuerda que "la bola no tiene memoria".

El sector basa su normativa en la última regulación de la ley del Juego, en 2011, que abrió la espita de los casinos y casas de apuestas on-line. Se estima que unas 500.000 personas en España se pueden considerar adictas al juego.

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