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Shakespeare, "el bardu d'Avon"

El luanquín Héctor Fernández publica la primera traducción íntegra al asturiano de los 154 sonetos del inglés, en la que empleó más de 5 años

Shakespeare, "el bardu d'Avon"

"Si nel dulce silenciu del mio pensamiento / toi alcordances d'otros tiempos evocando?". Los sonetos de William Shakespeare por fin se podrán leer en asturiano. La editorial Saltadera publica la que es la primera edición en llingua asturiana de toda la producción de sonetos del genio de Stratford-upon-Avon, un total de 154 poemas. Una tarea en la que el traductor del volumen, el luanquín afincado en Tenerife Héctor Fernández, ha invertido más de un lustro.

El proyecto, en todo caso, le vino caído del cielo. O de la mente de Antón García, el editor de Saltadera, que fue el verdadero ideólogo. "Era un poco reacio, porque sabía lo que me podía esperar" afirma, desde su residencia canaria, Héctor Fernández. "El problema es que no hay un único problema, son múltiples los hilos que tienes que tener atados. Está la métrica, claro, pero también el ritmo, la fidelidad, recoger todos los significados que contempla el autor, que muchas veces son más de uno?", añade el traductor.

Esa multiplicidad de significados ha llevado a Fernández a tomar una decisión de calado: ampliar el número de sílabas de los versos para poder ajustar el ritmo. Así, los endecasílabos shakesperianos se tornan versos de trece sílabas en la versión asturiana. "Lo que pasa es que en inglés hay muchas palabras monosílabas, y es difícil meter todos los significados en once sílabas en asturiano. Por eso optamos por adaptarlos a trece sílabas. Luego decidimos olvidarnos de la rima, aunque en el original sí que riman los versos, porque eso te lleva a hacer adaptaciones forzadas, los ripios. Pero preservamos el ritmo del verso, los acentos, que creo que es muy importante, más incluso que la rima", reflexiona Fernández.

Pese a las dificultades que hubo de afrontar para traducir los sonetos de Shakespeare, Héctor Fernández considera que era perentorio completar esta tarea. "Hace poco leía en internet que de los sonetos hay versiones incluso en lenguas inventadas, como el idioma de los Jedi. Era obligado que hubiese una adaptación al asturiano, no podíamos quedarnos tan atrás", explica el traductor, que reconoce que al descubrir esa versión Jedi de los sonetos soltó una exclamación netamente asturiana: "¡Pero esto qué ye!".

A futuro, Héctor Fernández prevé traducir a William Butler Yeats, en el convencimiento de que el mundo irlandés que retrató el poeta tiene muchos puntos de conexión con su añorada tierra asturiana. No oculta, en todo caso, que aún faltan numerosas traducciones al asturiano de obras imprescindibles de la literatura universal, aunque destaca las recientes ediciones del Quijote (a cargo de Laria) y de la primera parte de la Odisea (Trabe). "Es cierto que faltan un montón de clásicos, pero es que es un trabajo que no es fácil. Hay que pensar además que quizás no son obras con demasiada difusión. Eso es precisamente algo interesante de los sonetos: es un clásico, pero no está alejado del público. Hay otros textos clásicos que son más duros", precisa. La traducción, en todo caso, llega en un momento ideal, en pleno cuarto centenario de la muerte de Shakespeare. Un buen momento para degustar sus versos en lengua asturiana.

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