Oviedo, Ch. N.

Si Valdés Salas levantara mañana la cabeza desde su pedestal del patio del edificio histórico de la Universidad de Oviedo, perdida su condición de estatua, podría contemplar una jornada maratoniana de espectáculo sin fin. Vería teatro, escucharía jazz, le contarían relatos, atendería al nuevo pop electrónico, se llenaría de soul y puede que incluso acabara bailando funky. Su sueño académico del XVI convertido en reunión de titiriteros del XXI. Luego le explicarían que no, que precisamente para celebrar que ya van 400 años desde que en 1608 se logró su sueño, la fundación de la Universidad de Oviedo, la institución lleva un año organizando jornadas de todo tipo. Y que en el apartado de las festivas, la de hoy en Oviedo viene a ofrecer un poco de todo en el territorio más noble de la institución.

Lo han llamado «Universidad abierta» y en el edificio histórico de la Universidad reunirá hasta siete actos diferentes, desde las doce y media del mediodía hasta las once de la noche.

Esta nueva fiesta de la Universidad arrancará con el espectáculo de la compañía asturiana «Yheppa Títeres» «@s: dos historias llenas de poesía y buen humor».

Acabado el teatro, se subirá al escenario el primer grupo de la jornada, «Los Trashtornados» de Bobby Gonzáles, potentísima formación de swing y jazz'n'billy liderada por este guitarrista de pulso abismal y luminoso.

Así acabará la mañana. Ya de tarde, a las seis la música y el teatro dejarán espacio a la literatura. Con moderación de José Havel y en colaboración con la Asociación Asturiana de Escritores, habrá una sesión de microrrelatos. Los autores-rapsodas serán Xuan Santoni, Antonio Valle, Diego Maedrano y Paula Pulgar Alves.

A las siete y media volverá la música con una de las nuevas promesas de la escena regional, «Neotic», un cuarteto de pop y rock electrónico a la manera de los tiempos que corren.

Ya en la despedida, a partir de las ocho y media de la noche, la música seguirá por su vertiente más negra, infecta de soul y con la vocación de los grandes entretenedores. Será el turno de «Los Redentores», maratoniana formación de música negra encabezada por el incombustible Tete Bonilla y con una sección de vientos impresionante, en claro homenaje a las mejores horas que regalaron formaciones como «The Blues Brothers».

Los últimos en pisar las tablas, desde las nueve y media de la noche, serán los franceses de «Fanga». Nacidos de la maravillosa fusión de músicos de varios palos, a lo que se dedican es a la música funk realizada en África en los setenta, el gozoso afrobeat, caracterizado por el ímpetu negroide en los ritmos, cierta libertad jazz de movimientos y el lenguaje del funk.