Gijón, L. NOSTI

Hace dos años fue el encargado de cerrar el verano gijonés. Ahora, Alejandro Fernández dará el pistoletazo de salida a los macroconciertos estivales con la actuación que tendrá lugar mañana en el Palacio de los Deportes de Gijón, en la que presentará su último disco, «Viento a favor». Y, si bien el clima y el calendario indican que para eso llega un poco adelantado, la razón no es otra que cumplir su declaración de intenciones de 2006: abrir su próxima gira, precisamente, en Gijón.

El abrumador éxito cosechado por el mexicano en su última visita fue el causante de una idea que mañana se hará realidad. Y si hace dos años el mismo escenario temblaba ante un público entregado, todo apunta a que la escena se repetirá en unas horas ante las más de 6.000 personas que ya han adquirido su entrada para ver a aquel que ha revolucionado el género ranchero.

Nunca tuvo intención de ser un artista. Los nervios le traicionaron sobre el escenario en su primera incursión sobre las tablas y fue suficiente para orientar sus pasos hacia otra de sus pasiones, la arquitectura, sin miles de miradas expectantes a las que temer. Por suerte para el mundo de la música y para sus fans, esos derroteros se fueron tornando hasta hacer de Alejandro Fernández un digno sucesor de su padre, Vicente Fernández, y la persona que revolucionaría, en pleno siglo XXI, la música tradicional mexicana.

En su último trabajo, que presentará mañana en Gijón, el cantante de Guadalajara vuelve a hacer mancuerna con el productor Áureo Baqueiro y los compositores Gianmarco, Reyli, Tres de Copas, Noel y Leonel García, pero en esta ocasión ha contado también con la colaboración del compositor colombiano Fonseca. El resultado ha sido medio millón de copias vendidas en todo el mundo en los escasos meses que lleva a la venta, de las que 50.000 unidades corresponden a los fans del mexicano en España.

Este último álbum, «Viento a favor», es una muestra más de la fusión de género ranchero y música pop que ha logrado el artista tapatío y que en los últimos años ha disparado su popularidad entre el público de todas las edades. En una producción que el mismo artista ha calificado de «espectacular» y en la que estará acompañado de todos sus músicos, mariachi incluido, Alejandro Fernández presentará un disco íntimo y con cierto espíritu de renovación, con la inclusión de algunos ritmos caribeños que dotan el álbum de un aire alegre y festivo. Un dato que no excluye la esencia del cantante en un disco lleno de canciones al amor y al desamor, pero con un marcado carácter optimista que responde también a un momento vital del artista, para quien el viento, ahora, sopla a favor.