Avilés, Laura LÓPEZ

«Compré la moto por una promesa que le hice a mi " muyer". Se puso enferma, y dije que si todo salía bien me la compraba. Y aquí estoy». Manuel Chedas, uno de los cientos de moteros que se reunieron ayer en la pista de la Exposición para participar en la concentración motera «Villa de Avilés», cuida su moto como la niña de sus ojos. Como Chedas, son muchos los que viven con pasión el deporte de las dos ruedas.

Y nunca es tarde para sumarse a ella. Ese es el caso de Chedas, que lo practica sólo desde hace cuatro años. Otros, en cambio, llevan toda una vida. Pero todos coinciden en una cosa: lo mejor de las motos es el ambiente, es disfrutar de la gente y de la convivencia. Nada de eso faltó ayer en Avilés, con casi 300 inscritos y otros tantos asistiendo al evento como curiosos. Incluso los más peques disfrutaron con los juegos y espectáculos protagonistas de la tarde. «Yo de mayor también me voy a comprar una moto», aseguró una sonriente Lidia Fernández, que con tan sólo seis años ya es una gran aficionada.

Hacerse motero también tiene su ciencia, y los inicios suelen estar llenos de anécdotas. «Un día le eché a la moto gasoil en vez de gasolina», rememoró Chedas entre divertido y avergonzado. «Cosas que pasan». Caídas también, aunque nunca demasiado graves. «Nosotros una vez nos caímos en una curva, pero por cogerla demasiado despacio. Fue como en los dibujos animados», apuntó Manuela Iglesias, sonriendo a su marido, Ángel Izquierdo. Ambos son grandes aficionado a estos motores.

Muchos de estos motoristas también utilizan el coche, aunque no parece hacerles mucha gracia. «Nosotros lo llamamos lata. Cuando vas en él decimos que se va enlatado», bromeó José Manuel Prieto, que junto con Iglesias e Izquierdo pertenece al Moto Club La Picosa. «La verdad es que viajar en moto es totalmente diferente, lo notas todo mucho más: el aire, los olores, el sol... lo percibes de otra manera», aseguró Iglesias. «Además no es como cuando vas en coche, que de repente se te ponen a gritar burradas, hay más compañerismo», puntualizó Prieto.

Todos están de acuerdo que el encuentro de motoristas esta muy bien organizado, «mejor que el año pasado, la práctica es lo que tiene», explicó Prieto. «Es de agradecer porque cosas como estas no se hacen mucho y la verdad es que está muy bien todo. Nos lo dan todo hecho», explicó Izquierdo. «La ruta de esta mañana estuvo genial. Fue algo cortita, sólo hasta Piedras Blanca, pero lo que importa es que nos juntamos un montón de gente y eso es lo que realmente presta».

Desde la organización están dispuestos a repetir un año más. «Si Dios lo quiere por esta fechas estaremos aquí de nuevo», aseguró Isaac Ramírez, uno de los miembros de la organización. «Aunque esto no ha terminado, mañana todavía la gente puede seguir apuntándose. Haremos una ruta por la comarca todos juntos», añadió. El día de ayer terminó con una ruta nocturna de antorchas.