Candás,

Braulio FERNÁNDEZ

«Habiendo pa sidra, lo demás cómprase», rezaba una inscripción en la camiseta de una de las peñas participantes ayer en la decimocuarta edición del rally de la sidra de Candás. La villa fue ayer una manifestación popular a favor de uno de los eventos más seguidos de las fiestas patronales de San Félix, después de que surgieran dudas en los últimos días sobre su continuidad por parte del Ayuntamiento. Más de 1.200 inscritos, organizados en peñas, a por más de 3.000 botellas de la bebida regional, y su consecuente jolgorio, fue el lema de una marcha marinera que arrancó del parque de La Fuente de Los Ángeles y, tras dos paradas más, concluyó en la plaza de El Cueto.

«El año que caiga el rally de sábado no habrá sitio para tanta gente», resaltaba Victoria Fernández, capitana de la peña «Guarapu», sidra dulce en asturiano. Y es que el rally atrae cada vez a más gente, siendo la de ayer la cifra récord de asistencia de las catorce ediciones. Unas citas que siempre han tenido gente, pero que han cambiado desde sus inicios en bicicleta, que se hizo difícil con la ingesta de la bebida. «Por cinco euros te juntas con mil personas, sales al aire libre y disfrutas», añade Fernández, que recuerda que, como una etapa ciclista de montaña, «hay que dosificarse, que si no se hace largo».

Y es que el rally es insustituible para las peñas marineras. Como señala el capitán de la peña «Mártires de la buraca», Iván Posse, «el rally es lo mejor de las fiestas de San Félix». Y en su peña se lo toman muy en serio, intentando innovar cada año y añadir al «carrito» que les acompaña para escanciar la sidra nuevas actualizaciones.

Este año, el cartón piedra les ha servido para moldear a un «paisano» que les hace de camarero. «Buscamos algo más original cada año, porque hay que añadir sentido del humor al rally», explica Posse. En su peña también han pensado en la importancia de avituallarse durante el recorrido, y su carro está provisto de varias cajas de pastas de té, que aunque no pegan con la sidra, aseguran los de «Mártires de la buraca» que ayudan, hasta deshechas como quedan por el calor.

Claro que Candás tiene 6.000 habitantes, y no es sencillo que la sidra acapare tanta atención sin la presencia de los foráneos. Su crecimiento año a año es la receta para batir continuos récords de participación. «Yo trabajo en Trujillo, Extremadura, y me he pedido dos días para poder venir al rally de la sidra de Candás», reconoce Rafael Álvarez, un madrileño casado con una perlorina que está seguro de lo bien pedidos que están los días, a pesar del largo viaje. «Mañana -por hoy- vuelvo para Extremadura directo desde la plaza de La Baragaña», asegura.

Con la fanfarria de «Pepe El Chelo y sus Marchosos», los sidreros recorrieron Candás de punta a punta, para finalizar su recorrido en la plaza de El Cueto sin ninguna incidencia de por medio, para seguir la jornada festiva en la zona de copas. Hasta allí llegaron los de Candás, los de fuera, la mitad de los concejales del PSOE y hasta unos cuantos de la oposición. Así, quién va a dudar de que el rally se celebrará muchos años más.