Oviedo, Ignacio FAES

Los meandros del río Nora, en el concejo de Oviedo, es uno de esos lugares en los que el visitante se siente apartado del resto del mundo, en el quien no lo conozca jamás imaginaría que tal monumento natural se encuentra a dos pasos del bullicio de la capital.

Desde el espectacular mirador, la vista es inmejorable. Cuando la exuberante vegetación lo permite, se puede admirar el serpenteante trazado que describe el Nora antes de desembocar en el Nalón. En muchas ocasiones, la maleza sólo deja intuir las curvas de 180 grados que dibuja el río.

Aunque la cubierta vegetal de la zona carece de interés para los expertos, los colores de las formaciones herbáceas y arbustivas dibujan una escena impresionante, que cambia con el paso de las estaciones. En verano y primavera domina el tono verdoso, en otoño predominan los marrones y ocre.

El entorno natural en el que está enclavado el río ofrece a los visitantes la senda verde de Priañes. Muchos ciclistas y paseantes pasan el día por esta ruta, que es la mejor forma para recorrer y conocer el lugar. Muchos se llevan la comida de casa y comen en los espacios de descanso que hay a lo largo del camino, que cuentan con mesas típicas de merendero.

El itinerario de la senda comienza en la presa del Furacón, remontando el río hasta Priañes. Parte de la pista está asfaltada y desde ella se puede apreciar otro de los atractivos de la zona: la iglesia prerrománica de San Pedro de Nora, en el concejo de Las Regueras.

Cuando el camino llega a Priañes, el caminante puede elegir entre varias opciones, como acercarse hasta el mirador, o descender hasta las márgenes del río. El ramal recorre una distancia de alrededor de un kilómetro y cuenta también con un área de descanso. Allí, es habitual avistar distintas especies de pájaros como el mirlo acuático y el cormorán.

Priañes no cuenta con muchos establecimientos hosteleros. La alternativa para quien desee comer en un restaurante es trasladarse a Trubia o, simplemente, a Oviedo. Para los paladares más exigentes, el restaurante Casa Puyo, en Trubia, es el lugar más apropiado. La elaborada carta recoge los platos típicos asturianos, con un toque muy casero, servidos en mesa con mantel de tela.

Otra de las actividades que más se realizan en torno al río es el piragüismo. Muchos aficionados a este deporte reman desde San Pedro de Nora hasta el embalse, un trayecto espectacular que discurre entre las paredes y la vegetación fluvial.

El entorno de los meandros, donde se encuentra la pequeña localidad de Priañes, es un remanso de paz. El lugar ofrece muchas opciones para el descanso y el esparcimiento en la Naturaleza a sólo unos kilómetros del centro de la ciudad.

Asomarse al Nora

El visitante obtiene la mejor vista de los meandros desde elmirador del Nora, que ofrece una visión casi completa de la trayectoria que describe el río a través de las montañas. La abundante vegatición no permite, a veces, ver las curvas de 180 grados que dibuja el Nora entre las montañas.

Las Regueras, Trubia y Oviedo

La zona es muy rural y está rodeada de Naturaleza. Lo más auténtico es llevar de casa la comida y disfrutar de una de las áreas recreativas que hay a lo largo de la senda verde de Priañes. Es la opción más utilizada por los visitantes, que normalmente buscan llenar sus estómagos en mitad de este espacio natural.

Quienes deseen comer en un restaurante de mantel de tela y una buena atención deben trasladarse hasta Trubia.

En Las Regueras también son numerosos los locales en los que comer.

Otra opción es trasladarse a Oviedo, a pocos minutos de Priañes, donde la oferta hostelera es completa.

Desde la capital, se coge la carretera N-634 con dirección a Ribadeo. Transcurridos pocos kilómetros, se toma la desviación que lleva a Trubia. Después se sigue por la carretera AS-233 en dirección a San Pedro de Nora y Las Regueras. A tres kilómetros, aproximadamente, se toma una desviación a la izquierda que nos lleva a Priañes, donde se sitúa el mirador.

Senderismo

El turismo activo es uno de los principales atractivos que rodean al río Nora. La senda verde de Priañes comienza en la presa del Furacón y termina en la localidad ovetense. Tiene tramos asfaltados, desde donde se puede observar la iglesia prerrománica de San Pedro de Nora.

Piragüismo

El piragüismo está presente en muchos ríos asturianos, y el Nora no iba a ser menos. La ruta habitual de estos deportistas transcurre desde San Pedro de Nora hasta el embalse de Priañes, un recorrido entre paredes y vegetación espectaculares que es muy especial para los deportistas.