Navia se convierte, durante un fin de semana al año, en la meca mundial de la natación de aguas abiertas. Cientos de nadadores, entrenadores, expertos y aficionados recalan estos días en la villa del occidente para disfrutar del Descenso a Nado de la ría de Navia, una cita de Interés Turístico Nacional y que en este 2015 cumple 58 años con una salud de hierro. Son 750 inscritos, dos días de intensa competición y un pueblo volcado con su ría, en el que nada sería posible sino contase con una legión de voluntarios que trabajan incansablemente porque todo salga a pedir de boca.

Los días previos a la gran cita del domingo, cuando los participantes saltarán al agua en la coañesa localidad de Porto para recalar, 5.000 metros después, en el muelle de Navia, están llenos de actividad en la capital del concejo. Ya se dejan ver los primeros nadadores, llegados desde cualquier parte del globo, y siempre hay algo que hacer para los voluntarios. Todos disfrutan poniendo a punto lo necesario para la prueba, con una organización envidiable.

Uno de los que no para "ni un segundo" es Lucas Carrión, que hoy se encuentra transportando unas boyas a la zona de meta. "Tengo el móvil que echa fuego", confiesa, entre risas y prisas. Apenas descansa para arrimar el hombro, en la medida de lo posible, a la organización.

También voluntarias son Vanesa Fernández y Bárbara Méndez. Estas dos jóvenes atienden el stand del Descenso por el que estos días pasan cientos de personas a solicitar información, consultar dudas, o hacerse con lucidas camisetas con el símbolo de esta fiesta de la natación que vive la villa cada verano.

Lo que comenzó como un pique, un desafío, entre los jóvenes que veraneaban en el albergue de Andés (Navia) ha terminado convertido en un polo de atracción de nadadores de todo el mundo. Claro ejemplo de ello es Michael Lesser, que ya suma diez participaciones en el Descenso. Llega a Navia procedente desde Tallahassee, en el estado de Florida de los Estados Unidos. En un más que correcto español asegura que le encanta la prueba, y que por eso se ha traído a sus amigos Mike y Lauren Ornsbee. "Este año el agua está un poco fría, pero es algo que se siente sólo los dos primeros minutos. Después, ni se nota", explica. Para sus compatriotas, será la primera experiencia en la ría, ante la que se muestran "nerviosos y emocionados".

Adrián González es ya un habitual de la travesía. Forma parte de la selección española de aguas abiertas, y este año sumará su cuarta comparecencia consecutiva. "La prueba es una maravilla: el entorno, el ambiente, la gente. Es una de las que más me gusta de toda España", afirma antes de lanzarse al agua para entrenar.

En total, serán doce los países representados el domingo en Navia, cuando la fiesta de la natación llegue a su punto álgido. Además de la actividad en el agua, la villa vive desde primera hora una gran celebración, con el tradicional desfile por las calles del pueblo, la ofrenda a Nuestra Señora de la Barca, la comida de hermandad y las carrozas de la cabalgata festiva, ya a la tarde.