Vítores y aplausos para recibir al príncipe Carlos -nieto de los Reyes Católicos y futuro emperador-, que revolucionó Villaviciosa. El sábado visitó Tazones y ayer la capital del concejo, donde pernoctó en la Casa de los Hevia.

Pero los promotores de la recreación histórica del Desembarco de Carlos V quieren que los maliayeses se impliquen aún más y hagan suya esta fiesta.

El director artístico de las representaciones teatrales, José Luis Campa, destacó que la principal novedad de esta edición es haber dotado de actividades a Villaviciosa durante todo el día y ambientar el casco antiguo recreando cómo sería entonces la localidad aquel 17 de septiembre de 1517.

"Queremos que sea una jornada completa y no sólo un acto único". El central tuvo lugar a las nueve de la noche y superó el éxito de pasadas ediciones. "Queremos que los vecinos colaboren con el atrezzo, como figurantes y llegar a 2017 -conmemoración del quinto centenario de tan ilustre visita- siendo una fiesta de todos y de Villaviciosa", destacó Campa. Van dando pequeños pasos para implicar a los maliayeses y este año han logrado movilizar a 135 figurantes que se han metido magníficamente en el papel.

El acto central fue la entrada en la capital manzanera de Carlos V (interpretado por Víctor Berros) a lomos de su caballo y acompañado de su séquito ante los atónitos maliayeses que no daban crédito a ser los anfitriones de tan memorable visitante, que en 1517 giraba su primera visita a España y al primer lugar al que llegó fue Villaviciosa.

A lo largo del día, las visitas guiadas y teatralizadas a la Casa de los Hevia, donde se alojó el príncipe de Gante aquella vez, tuvieron mucha animación. Se le pudo ver en los aposentos donde pasó la noche. Aquella alcoba en el sobrado del palacio fue acondicionada para recordar cómo era en aquel momento. Para la ocasión se colocó una cama muy parecida a la original, que se encuentra en el Museo de Artillería de Madrid.

La dirección artística de Contraste Teatro, con José Luis Campa a la cabeza, fue brillante y no dejó nada a la improvisación. Tras recorrer el histórico edificio el público se encontró con la hermana del príncipe, doña Leonor, que en presencia del ayudante de cámara de Carlos V y parte de los miembros de la corte, relató parte de su historia. Dejó a los visitantes con la disculpa de tener que acudir a misa. Pero quedaron en buena compañía, en la de su hermano.

El príncipe, que llegó a España con la intención de proclamarse rey sin respetar los derechos dinásticos de su madre, Juana "La Loca", recibió al público en ropa de cama. Pero su ayudante de cámara y cronista del viaje, Laurent Vital, encarnado por José Luis Fernández, le ayudó a vestirse, mientras una impertinente periodista del siglo XXI, a la que daba vida Míriam Fernández, le inquiría sobre sus temores hacia el cardenal Cisneros, que era quien gobernaba en Castilla.

La escena teatralizada de "Alguien ha llegado" del taller de Teatro La Cámara ambientó la plaza del Crucero, donde, desde varios balcones los actores sorprendieron a los viandantes.

Varias mujeres y un hombre conversaban sobre el acontecimiento del día. La música renacentista del grupo "Xistras" en la plaza del Ecce Homo y la de "Gratie D'Amore", que también animó con sus danzas, ayudaron a retornar al siglo XVI. Hubo espectáculo de cetrería y un mercado.