Ginebra de manzana, cosmética natural y bisutería de reciclaje, han sido los tres ganadores al producto más novedoso, puesto más prestoso y mejor presentación que han logrado conquistar el paladar y gusto del jurado en la 26.ª de la Fiesta de la Sidra Natural.
Un empresario curtido en el sector de la destilería y de ediciones anteriores del "mercadín de la sidra y la manzana", Olegario Díaz, volvió a sorprender este año con su producto, ginebra de manzana. Este manjar líquido creado en Noreña, ha sido motivo de premio "al productu más novedosu" del mercado, que orgulloso cuelga desde hoy en su puesto, "El Molín del Nora". Un negocio de destilación especialista en licores, cervezas y ginebra de gran calidad. Subido a la ola de la moda de esta bebida y del gintonic, el creador de la primera cerveza asturiana, "La Xana", optó en esta muestra por "hacer una selección y dejar la cerveza en casa, para ir a por todas con la ginebra", asegura. Sin duda todo un acierto, un trabajo que "ha requerido meses de esfuerzo y de prueba", explica el empresario asentado en Noreña, pero cuyos resultados se ven en "no sólo la buena aceptación entre los entendidos del gintonic, sino también en el público en general". La clave del éxito, según explica Díaz, reside en "renovarse continuamente. Nosotros cada dos años intentamos impresionar al público con algo nuevo". Así lo llevan haciendo durante las 18 ediciones que llevan en el mercadín: "Puede que seamos de los más veteranos", dice, orgulloso, Díaz.
A la entrega de premios asistieron Jesús Martínez, concejal de cultura; Teresa Sánchez, directora del teatro Jovellanos, y Jorge González-Palacios, gerente de Divertia. En su primer año como participante, el artesano Claudio Carigliano recibió de manos de Jesús Martínez el premio "al puestu más prestosu". Entre una ristra de joyería y bisutería hecha a mano y todo a base de vidrio fundido de botella de sidra, Carigliano destaca las oportunidades y características del vidrio: "A la gente le sigue llamando la atención el partido que se le puede sacar al reciclaje". Ganas e ilusión no falta en ninguna de la propuestas. "La mejor recompensa es el reconpcimiento y el valor del público a tu trabajo, los premios vienen después", defiende el artesano.
Existe el reto de seguir extendiendo la utilidad de un mercado limitado como el de la manzana, para lo que la orginalidad es requisito "sine qua non" si se quiere destacar. "El verdadero trabajo está detrás del producto", sostiene Carigliano, para quien "en el proceso de investigación y de I+D es donde se materializa el mayor esfuerzo del autor".
Y sino que se lo cuenten a Luis Sánchez, un químico gijonés que "con motivo de un detalle de empresa", en el que le encargaron 10.000 jabones, "nos dimos cuenta de que había un mercado potencial en el que seguir trabajando", como los jabones de glicerina con forma y aroma de manzana, que se han convertido en un imprescindible de esta cita. "Nuestra intención era traer el verde de Asturias y de la manzana al puesto", concluyó el propietario del puesto "Oleum", que se ha llevado el premio a "la mercancía meyor presentada".
La oferta gastronómica y artesanal sigue su ritmo y mantiene un nivel "equitativo entre unos y otros", afirmó Teresa Sánchez, quien reconoce que "la decisión ha estado muy difícil" y ha querido resaltar "el valioso esfuerzo y trabajo" que "los artesanos realizan para llegar a poder exponer en el Mercadín". El resto de concursantes se llevan, desde luego, el premio a seguir ensalzando el producto tan valioso de la zona.
