Lo bueno que tienen las carreteras comarcales y provinciales, cuando lo que se pretende es disfrutar del viaje y no de llegar a tiempo a determinada cita, es que conducen a lugares singulares que en ocasiones nos perdemos por utilizar las grandes vías de comunicación. Eso es lo que sucede cuando transitamos por la AS-266 y llegamos a parroquias con tanta historia como Cenero, en Gijón, lugar con enclaves tan importantes como el yacimiento arqueológico de Veranes; numerosos hórreos y paneras pintados al estilo de Carreño, el torreón de los Valdés, la capilla de la Virgen de la O y la abadía de San Juan de Cenero, románica y desde siglos acompañada por un impresionante y maravilloso tejo. Eso entre muchas cosas de interés.

En esta carretera, en Salcedo, y más concretamente a la altura de Pinzales, se encuentra un establecimiento que llama la atención en una de las orillas de la carretera con una impresionante panera integrada en un local señero de la zona: el bar parrilla Avelino Eugenio, fácilmente identificable por su fachada amarilla y por el hórreo y la vara de hierba que figuran a la entrada, en una de sus paredes. Cuenta Avelino Valdés Hevia que hace dieciséis años se puso al frente, junto a su mujer, Ana María Alonso, de este local que fue fundado por su bisabuelo Eugenio en 1905. Entonces hizo un casa de aldea y abrieron un chigre que es hoy el comedor pequeño. "Luego continuaron mis abuelos Avelino y Ángela, quienes durante muchos años tuvieron aquí un llagar de sidra". Tras su cierre lo retomaron los nietos, fue posteriormente alquilado y, en la actualidad, son Avelino y Ana quienes lo han convertido en lugar de parada obligada para los amantes de la cocina tradicional asturiana y, aún más, de todo tipo de carnes. No es de extrañar que sepan tanto. "Es normal, pues durante varios años regentamos una carnicería en Gijón", matiza Avelino.

Entrañable y acogedor, tanto en la zona del chigre como en el comedor, con numerosas fotos antiguas que recuerdan a Gijón y su historia, se pueden degustar, además de buena sidra, algunas de sus especialidades, la preparación de todo tipo de carnes a la parrilla; chuletones, carne guisada, cachopo de setas, el entrecot Salcedo (con tomate, orégano, queso y capa de pimientos asados); solomillo de buey, paletillas de lechazo al horno y cachopo de setas. No faltan calamares de potera, lubina al estilo de la casa, bacalao a la sidra, parrillada de marisco, mixta de pescados y marisco o la tradicional merluza a la cazuela.

Entre los postres están la tarta de coco, el flan de arroz con leche y el pastel de chocolate. Tienen un menú atractivo durante la semana a un precio muy económico. Además, cuentan con una terraza bajo su panera, que ya pasa de los 200 años, junto con un espacio para los niños tras el local, un amplio prao con columpios. Cierran los lunes.

Por cierto, los amantes del cordero a la estaca no tienen por qué esperar a que llegue el verano para disfrutarlo. En este entrañable local gijonés lo preparan todos los sábados, eso sí, por la noche. Que aproveche y buen paseo.