Cuenta Mónica González García que el cachopo es una especialidad que siempre definió la cocina del restaurante La Manduca, en Soto de Las Regueras. Explica, además, que el nombre del local se debe a un apodo que tenía la familia de su padre, Ricardo González, natural de San Claudio. "No sé por qué pero les llamaban los manducos. Hay gente que cree que se llama así porque en asturiano manduca significa alimento, comida. La madre de mi padre tuvo un chigre de toda la vida frente a la fábrica de loza", dice.
El restaurante que regenta Mónica abrió el 27 de agosto de 2008, tras rehabilitar la antigua casa familiar y la zona donde tenían el ganado. Recuerda: "Se había dejado la ganadería y optamos por hacer obra y convertirlo en restaurante. De hecho, donde está el comedor era la tenada. Debajo estaba la cuadra". Antes de llevar este establecimiento la actual propietaria se había dedicado a la hostelería en Santullano, donde su familia cogió un bar varios años y donde el cachopo adquirió la fama que a día de hoy tiene como una de las especialidades de la casa. En su comedor, desde cuyas ventanas se puede contemplar un paisaje que invita a recorrerlo, se ven también cuadros con escenas de la vida en el campo. Allí, llegado el fin de semana, que es cuando abre sus puertas, se sirven tanto menú como platos de su variada carta, además de contar también con una propuesta infantil por 8, 5 euros.
El menú de adultos ofrece cuatro primeros y cuatro segundos, además de postres, por 17 euros. Algunos de los platos son fabada, pote, garbanzos con bacalao, revuelto de setas, gambas y ajetes, corderín guisado, pitu caleya, lenguado relleno de marisco y secreto ibérico a la parrilla, sin olvidar de postre un buen arroz con leche, la tarta de queso afuega'l pitu y castañas o la mousse de chocolate. En cuanto a la carta, en carnes su especialidad es el cachopo tradicional, además del "tripartito", el cachopo pizza y el de cecina y queso. Destacan también el chuletón, el solomillo y el entrecot de su ganadería, los callos, las maninas de cerdo y la sartén de la abuela con picadillo casero. En pescados, además del lenguado y la merluza rellena, también tiene bacalao.
Los que gustan del picoteo encontrarán aquí, entre otras opciones, una enorme variedad de croquetas, calamares frescos, pastel de cabracho y la ensalada templada La Manduca. Los más llambiones disponen también de una gran variedad de postres.
La Manduca abre los viernes para cenas, los sábados todo el día y los domingos para comidas, y está cerrado el resto de la semana. Eso sí, en diciembre los viernes también da comidas y cierra el 24 y el 31. Conviene reservar, llamando al teléfono 985799522. Tiene aparcamiento y un pequeño parque infantil.
