Festivales gastronómicos hay muchos, cada vez más. Y que no falten. Pero dedicados a la angula, el llamado "oro blanco" del Nalón por su alto precio, sólo hay uno: el de Soto del Barco, que pasa por ser uno de los más antiguos de Asturias y del resto de España, pues alcanza su 32.ª edición. A los amantes de este pez, el único alevín con pesquería autorizada (en Asturias también faenan en Ribadesella), les toca rascarse el bolsillo. No hay más remedio: es escaso, cuesta gran esfuerzo pescarlo y es complicado reunir los suficientes kilos para poder montar unas jornadas gastronómicas. Así las cosas, los hosteleros de San Juan de la Arena (seis restaurantes) y de Soto (uno) han ajustado una doble oferta para tratar de dar a todos por el gusto desde hoy y hasta el domingo: los que sólo tengan el capricho de comer angula, lo pueden hacer con una cazuela a 47 euros; los que deseen, además, pegarse una buena comilona, pueden optar por el menú, que incluye angula pero también entrantes y otro plato, a 68 euros.
No siempre hay angula en las cartas de los restaurantes y no siempre se sirve en el mismo escenario donde se pesca y se subasta. Así que al menos una vez al año toca acercarse hasta Soto del Barco, con un pie en la comarca del bajo Nalón y con otro en la de Avilés. Por este motivo, aunque el objetivo sea disfrutar de la mesa, la escapada no tiene por qué ser sólo gastronómica, sino que puede completarse con un sinfín de planes por la redonda. Aquí van unas cuantas ideas: en Riberas está la casa -privada- de veraneo de Rubén Darío a principios del siglo XX y hay un buen número de casonas indianas, al igual que en Somao (Pravia) o La Arena, donde está el Centro de la Ría del Nalón y el coqueto edificio de la rula; al otro lado de la ría, en San Esteban, exhiben los vestigios del pasado industrial del estuario (grúas y cargaderos de carbón); para vistas espectaculares, las que hay desde el mirador de la playa de Los Quebrantos, desde el alto de Rubines (Soto), desde La Peñona (Pravia), desde el bonito pueblo de Ranón o desde el Espíritu Santo (Muros de Nalón), desde donde sigue la ruta a Aguilar para darse una buena caminata. Y mucho más.
