Nicolás Alonso, historiador, director del Espacio Portus. El arqueólogo e historiador gozoniego Nicolás Alonso Rodríguez dirige el Espacio Portus, que es un centro de interpretación perteneciente a la Autoridad Portuaria de Avilés. Está situado en San Juan de Nieva y su objetivo es dar a conocer la historia del puerto de Avilés a través de la educación en patrimonio. Abre los viernes y los sábados y también ofrece itinerarios didácticos.

Ante la gran imagen aérea que en el Espacio Portus hay de la ciudad de Avilés, su puerto y su ría, esto es lo que ve el historiador Nicolás Alonso, que dirige este centro de interpretación dependiente de la Autoridad Portuaria de Avilés:

"La fotografía que quizá comparta la gente de mi generación, los que tienen 40 años, es la imagen de ese Avilés con un velo gris, ese aspecto de niebla, de una ciudad que no era agradable a la vista ni invitaba al paseo y a compartir las calles. Había espacios de la propia ciudad, del casco histórico, que incluso estaban vedados al tránsito. Era el Avilés oscuro, de calles por las que no podías pasar. Estoy hablando de los años 80 y de toda la problemática que la drogodependencia, etcétera. Somos la última generación que vivimos ese tipo de Avilés y que ahora está participando de la transformación que ha vivido la ciudad".

"Uno de los elementos más característicos de Avilés a nivel urbanístico-histórico es la constante evolución y transición que vivió. Es una villa que constantemente ha estado evolucionando, ligada profundamente a su espacio portuario y a la ría. Lo que pasa es que nuestra memoria histórica está concentrada fundamentalmente en la segunda mitad del siglo XX y hasta el presente. Pero no se puede entender Avilés sin la dualidad puerto-villa. Avilés nació, vivió y se desarrolló fundamentalmente por la coexistencia entre un puerto y una villa. Es el valor propio de una villa que durante mucho tiempo, tras la llegada de Ensidesa, vivió de espaldas al mar y ahora parece que estamos retornando a entender que no se puede comprender Avilés sin el estuario y la recuperación de esos espacios colindantes con la ría, que son los que le van a dar sentido al Avilés del siglo XXI".

"Croe que Avilés está entendiendo que en la margen derecha necesitamos recuperar nuevos espacios para uso industrial y portuario –para ese proceso de evolución que está viviendo la industria avilesina– y también la recuperación de los espacios para los ciudadanos. De la misma manera que se apostó por la recuperación del casco histórico, que podrían decir que es el corazón de Avilés, ahora falta el resto del cuerpo, que es lo que vertebra todo lo demás"

Nicolás Alonso, en el Espacio Portus, ante una foto aérea de Avilés.

"La recuperación del casco histórico fue algo que en sus inicios costó arrancar y ahora todo el mundo alaba y se siente identificado en ello. Parece que Avilés ha recuperado su propia idiosincrasia. Era algo que estaba ahí, un casco histórico único en Asturias, y que ahora todos sentimos como un elemento identitario. Ahí nos vemos reflejados. Lo primero que tuvo que hacer Avilés fue auto-reconocerse, buscar en sus orígenes para volver a saber quién era. Ese fue el primer paso: empezar desde el casco histórico".

«La recuperación del casco histórico ha sido un elemento identitario fundamental, ha permitido a la ciudad recuperar su idiosincrasia»

"Cuando se planteó esa recuperación, estamos hablando de momentos en los cuales las calles del centro no estaban peatonalizadas y había una serie de ‘agujeros’ dentro de la ciudad. Lo que hubo que hacer fue poner en marcha un plan que apostara por la recuperación de esos ‘agujeros’. En los años 90 y la primera década del 2000 fue cuando se vertebra todo esto a través los Planes Generales de Ordenación Urbana y el reconocimiento del Catálogo Urbanístico de Avilés, también con excavaciones arqueológicas que se hicieron en el propio casco histórico que permitieron recuperar ese ADN avilesino, ver los contactos comerciales que tuvo desde época medieval, la importancia del comercio de la sal, los cereales que venían por el puerto, la cerámica…".

"Eso fue fundamental para recuperar la identidad histórica de los avilesinos. Y ahora estamos viviendo un proceso de transformación a la inversa de la degradación de los años 70 y 80, con la recuperación de estos espacios para el ciudadano. Los avilesinos han recuperado su propia idiosincrasia, se sienten identificados con todo eso que existe, es un ciudad que disfruta de sus espacios públicos. Eso no ocurría hace 30 años. Esa herida se ha cicatrizado. Ahora nos sentimos muy orgullosos de pasear por Avilés, de que lo conozcan los visitantes, de caminar por sus soportales, por la calle Rivero, por Galiana, por la Ferrería, por la Fruta".

"Todo eso ha valido para recuperar la identidad histórica de Avilés, pero hemos de hacerlo con equilibrio. En un momento muy concreto se apostó por el desarrollismo y por la faceta industrial. Todo se puso a disposición de la Empresa Nacional Siderúrgica, que durante mucho tiempo fue un manto que cubrió el resto de la identidad avilesina. Pero la industrialización también sirvió para trazar una parte de la identidad de la ciudad. Es fundamental su pasado industrial. No se puede ahora tampoco evocar todo lo anterior y olvidarnos del bagaje industrial. Hay que poner todo en su justa medida, que Avilés también tiene un patrimonio industrial excepcional. Buscar ese equilibrio es fundamental para mantener la idiosincrasia. La historia es un bagaje y la identidad industrial de Avilés es fundamental para entender el momento presente".

"Evidentemente, la ciudad y el puerto necesitan crecer, eso está claro. Hay una necesidad de espacios y eso es muy positivo, porque eso nos quiere decir que el tejido industrial de Avilés sigue vivo y eso es una realidad, es una apuesta optimista por el futuro. En segundo lugar, hay que mantener su identidad histórica apostando por la recuperación patrimonial en la medida en que sea necesario y, en tercer lugar, Avilés, que ya se siente identificada con su casco histórico ahora tiene que recuperar su espacio en la ría. Avilés tiene que volver a mirar hacia el mar y tiene que apostar por ello recuperando los espacios de la margen derecha de la ría".