Consuelo aprendió en casa que hay que ayudar a los demás

"No hay un movimiento vecinal en Asturias como el que hay en Gijón"

Consuelo González, en su casa de Veranes.

Consuelo González, en su casa de Veranes. / Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Consuelo González, Presidenta vecinal de Cenero. Encabeza la asociación de vecinos de la parroquia más extensa de Gijón. Tiene 70 años, fue una de las primeras mujeres delineantes de Asturias y también trabajó casi dos décadas como cartera en todas y cada una de las 25 parroquias rurales de Gijón. "Lo conozco como la palma de mi mano", dice

"Nací y vivo en Veranes. Me crié en una familia donde mi abuelo, dentro de Cenero y del movimiento vecinal era una persona bastante importante, todo el mundo lo conocía como Faya. Era transportista, te hablo de los años mil novecientos. Se llamaba Alfredo, todos lo conocíen como Faya. En mi casa siempre se inculcó el ayudar a los demás".

"Estudié en la escuela de Veranes al lado de casa y como me gustaba mucho el dibujo, hice maestría industrial, delineante. En la orla sólo estamos dos mujeres. Empecé peritos y no lo terminé. En aquel momento una mujer que se casaba ya sabes lo que pasaba. En ese intermedio trabajé de delineante en Crady, de instalaciones eléctricas, que de aquella era lo más moderno de España. Me cogieron porque en FP organizaban los campeonatos de España de delineación, fui a Eibar a competir y quedé la tercera".

"Luego estuve en una empresa de construcción. Como mi inquietud eran seguir estudiando hice técnico de laboratorio y estuve trabajando algo de ello, pero poco. Y un día, por una casualidad de la vida, voy a Correos y veo que piden gente para la bolsa de trabajo Y me apunté. Y acabé siendo cartera de la zona rural. Y por eso conozco la zona rural como la palma de la mano: de las 25 parroquias que tiene el concejo de Gijón fui cartera de las 25 parroquias. Estuve 19 años".

"Del Gijón rural rural ya queda poco, pero queda todavía. Ves que mucho es ciudad dormitorio. Y hay gente que está comprometida con la parroquia, sí, pero menos. Lo único, vienen y te dicen: ‘oye, yo no tengo internet, ¿desde la asociación no hacéis nada?’. Y yo les digo: ‘Pues, mira, aquí está la asociación pa que tú vengas y te pongas a hacer algo’. ¿Entiéndesme?".

"Viví hasta que me casé en Veranes. Luego marchamos a vivir pa gijón por culpa de que a los críos había que llevalos al colegio. Pero seguí vinculada a Veranes. Los fines de semana era sagrao venir pa aquí. Después, hace ahora catorce años, cuando mis hijos se estabilizaron y demás, hicimos casa en Veranes y aquí estoy".

"Puedes decir mi casa también es urbanita. Bueno, sí, casa urbanita pero con su huerta. Con lo que me crié, vamos. Y en mi casa no quiero matos, no quiero setos. Porque yo quiero ver el mundo y que el mundo me vea. Miguel, un guardia civil que vien por aquí, dizme él: ‘Consuelo, por dios voy date perres pa que compres unos visillos. Porque tas en la cocina y toi viéndote’. Y, bueno, a mí qué me importa. Mira, yo estoy sentada en la cocina y estoy viendo Gijón, ¿entiéndesme? Porque no tengo la finca cerrada. Había unos lloreos aquí por la parte bajo y el mi hombre fue, y tras tras tras, desapareciolos. Si estás en una casa de aldea ye pa disfrutar la aldea. ¿No? No lo sé, bueno."

"Hubo un momento en que ví cambiar la zona rural para mejor, cuando llegaron les empacadores y los tractores. Había una cantidad de avances tremenda. De los años setenta te hablo. Se vio que el campo en aquel momento prosperaba. Pero había una cosa que era más sabroso, que era Ensidesa, o la naval, y la gente empezó a dejar de tener la agricultura y ganadería. Ahí empezó a cambiar la vida rural".

"No hay un movimiento vecinal en Asturias como el que hay en Gijón. Las asociaciones de la zona rural estamos todos integrados en la federación ‘Les Caseríes’, las 25 asociaciones. Nosotros somos ‘Los 16 de Cenero’, porque en esta parroquia, la más grande de Gijón, hay 16 pueblos".

"Cada quince días nos reunimos en la Federación a ver qué podemos hacer con el dinero que nos da el Ayuntamiento. Hay veces que vamos y no tenemos nada importante, pero tomamos un vino y damos la lengua, y eso es importante porque así sabemos qué ye lo que necesitamos o nos enteramos del tema de les subvenciones. Nos ayudamos unos a otros en una palabra".

"En esa reunión es donde hablamos de que necesitamos que nos pongan el internet, que tanta falta nos hace, o del arreglo, limpieza de caminos y ríos o del transporte p´`ublico que es tan importante. Es que Veranes seguimos como cuando yo iba al instituto, teniendo que bajar a la Venta andando a coger el autobús. Y aquí tenemos un gran problema que es que no vemos la televisión. Como te estoy contando. Quedamos sin señal y a lo mejor pasamos dos días sin señal. El problema son los repetidores".

"Hay que tener paciencia para que te hagan las cosas, pero a veces la paciencia se te agota, como estos últimos cuatro años que tuvimos en Gijón, que no se hizo nada en la zona rural. Mira, el concejal de la zona rural, Tuero, que luchó todo lo que quiso, y eso sí me gustaría que apareciera, venía y decía: es que no me dan dinero".

"Me gustaría que los que vienen a vivir a la zona rural fueran conscientes de que es importante implicase. Pero volvermos a les mismes, no ye coger el móvil y poner en el grupo guasap: necesito. No, perdona, ven a la asociación y mira a ver por dónde puedes tú empezar a conocer a saber cuáles son les necesidades de la parroquia y a partir de ahí luchar. Les nueves tecnologíes son importantísimes, pero yo necesito conocer a les personas y ve-yos la cara. En su día se hicieron manifestaciones y no sé si tú llegaste a conocer la Marcha Verde, tuvo un impacto buenísimo. Yo digo en la Federación que la marcha verde unió mucho porque en aquel momento el dichosu guasap no funcionaba tanto y se veía a la gente. No soy anti guasap, es que hay coses que tienen que ser cara a cara".