Ángel en la ciudad que logró resucitar sus veranos

"Oviedo tiene que evolucionar también hasta tener cada vez más contenido"

ASTURIANOS EN OVIEDO: Ángel Zubizarreta

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Ángel Zubizarreta Morales, director de hotel. Tiene 51 años, es licenciado en Filología Inglesa y máster en Gestión Hotelera. Lleva 22 años en el sector. Ha dirigido hoteles en Llanes, Mieres, León y Oviedo. Lleva cuatro años al frente del Monumental Naranco

"Oviedo se quedaba absolutamente muerto en verano. Me acuerdo de chaval, cuando a lo mejor te tenías que quedar aquí estudiando, que era una ciudad que no tenía absolutamente nada de vida esos meses. Quedábamos aquí cuatro gatos. Hoy, Oviedo es una ciudad que desde el punto de vista vacacional ha pasado a ser foco prioritario en los destinos turísticos del viajero español. De estar prácticamente desconocida a ser uno de los destinos más importantes".

"Hace años no nos creíamos el potencial que ahora tiene Oviedo y ahora presumimos orgullosos de nuestra ciudad y nos creemos que tiene un interés turístico importante. Incluso lo disfrutamos más los propios ovetenses. Salimos más a pasear, a ver las luces de Navidad, a ver el Prerrománico o a dar un paseo por el casco histórico. Todo esto ha ayudado a reforzar nuestra autoestima".

"Ha sido clave la promoción, la comercialización y la puesta en valor de Oviedo como destino turístico. También muy importante ha sido la mejora de las comunicaciones. Y ahora, la llegada de la Alta Velocidad será un espaldarazo importante. Otro factor muy importante hoy es la climatología. No quiero sonar egoísta, lo importante es el planeta y ojalá seamos capaces de controlar el cambio climático por el bien de las nuevas generaciones, pero sí es verdad que la climatología en Asturias hoy es mucho más benigna que antiguamente. La gente busca ese clima más moderado que tenemos nosotros, no esos calores que hay por el sur y por otros destinos. Hoy hay lluvia algunos días concretos, sobre todo en la temporada de invierno, pero en verano, cuando antes llovía mucho, ahora la verdad es que prácticamente no llueve nada. Esto va a ser muy importante de cara al futuro del sector turístico y del alojamiento en Asturias y en el Norte".

–Ahora dicen que vienen buscando la lluvia.

–No sé si lo de la lluvia lo dicen con la boca chica porque, al final, en verano lo que quieres es poder estar por la calle y no es lo mismo pasear con lluvia, pero sí es verdad que empieza a ser un dicho muy habitual. Y lo agradecen, efectivamente. Muchos vienen escapando del calor. Están encantados aquí con lo que para nosotros son temperaturas altas pero para ellos son moderadas. Y si algún día llueve o hace frío, te dicen: "No te preocupes, que si tenemos que poner una manta por noche eso es precisamente lo que queremos". Porque igual vienen de sitios donde prácticamente ni duermen por el calor.

"Es curioso. Si echas la vista atrás, hace 20 o 30 años se buscaba el destino de sol y playa, el Mediterráneo. Ahora parece que eso ya no es el top y que nosotros, en cambio, nos estamos posicionando en un punto intermedio. Tampoco es que seamos un destino de sol y playa, pero sí es verdad que tenemos buen clima, playas y una costa muy extensa y con muchas posibilidades. Y luego tenemos montaña. Un paraíso natural envidiable".

"Oviedo es muy versátil. Te ofrece, desde un punto de vista geográfico central, múltiples posibilidades de moverte, con la playa y la montaña cerca, con pueblitos muy interesantes cerca. Y es una ciudad que, más allá de las cuestas, es muy fácil de caminar y muy interesante desde un punto de vista cultural".

"El turismo que yo percibo en Oviedo es un turismo de calidad media-alta. Sí es verdad que es un destino no excesivamente caro. Somos un destino que es asequible pero con un perfil de cliente medio-alto. Los principales segmentos que nos vienen a Oviedo son por turismo cultural, eso ya supone una pequeña selección. El sector tiene, digamos, tres patas. Una es la empresarial: quienes vienen entre semana por temas de trabajo. Esa también hay que cuidarla. Está luego la vacacional pura y dura, la del fin de semana, Semana Santa o verano. Y luego la congresual o de eventos. Si cuidamos esas tres patas seremos capaces de tener un mix duradero todo el año que nos permita el equilibrio para no tener que ser excesivamente caros en unas temporadas y excesivamente baratos en otras".

"Es fundamental la captación de eventos. Un ejemplo es la Oviedo Cup, es uno de los más importantes que tenemos. Es en Semana Santa, que se puede considerar temporada alta. Ha ayudado a que esa época sea de lleno en la ciudad desde hace muchos años. Si conseguimos tener varios eventos a lo largo del año distribuidos por los diferentes meses lograremos la famosa desestacionalización de la que llevamos tantísimos años hablando. Los eventos ayudan al cien por ciento a conseguir eso porque no hay ningún motivo para que un evento no se puede hacer en marzo, febrero o enero".

"La ciudad tiene que evolucionar también hasta tener cada vez más contenido, no solo en verano. Se trata de que a lo largo de todo el año la ciudad suene fuera y el que venga siempre se encuentre cosas, que la ciudad esté viva; se trata de crear destinos vivos que ofrezcan algo más que pura arquitectura a los visitantes. Que también le ofrezcan actividades, y se marchen con las ganas de volver porque esas actividades vayan variando".

"Sí me preocupa la proliferación de pisos turísticos. Se debe regular de una forma muy exhaustiva, porque creo que todos debemos jugar con las mismas cartas a nivel de normativa, de requisitos legales. Se debe trabajar para lograr el equilibrio entre la oferta y la demanda. Podemos hacer que haya una sobreoferta y que perjudique al equilibrio del sector y al propio destino turístico. Ese nuevo tipo de alojamiento empezó siendo una cosa testimonial, a la que tampoco se le dio mucha importancia, pero es que ha ido creciendo y creciendo y en algunos destinos incluso supera la propia oferta de alojamiento hotelero".