Alguien debería explicar a los parlamentarios, y a los partidos, que la mayor prima de riesgo de España viene, hoy, de la falta de capacidad para ofrecer una respuesta común ante la crisis. El lamentable espectáculo de desunión ante un problema de la envergadura del actual destroza la imagen y la credibilidad exterior del país, haciendo añicos la idea, fruto de la transición, de que España había dejado atrás su tradición de querellas civiles, y estaba dispuesta a empezar otra historia. La falta de unión de Europa ha tirado la cotización del euro frente al dólar, la falta de unión de España puede tirar nuestra cotización como país. Mientras la sociedad, incluidos los sectores más damnificados por las medidas, está asumiendo el ajuste con cabreo, pero con admirable comprensión, la clase política naufraga. ¿Alguien cree que semejante destrozo le ayudará a ganar unas elecciones?